Desmienten a este medio que ya sea propiedad de la familia Botín puesto que, apuntan, no ha pasado a balance ni del Popular ni del Santander
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| El Gran Hotel Almería, situado junto a la Rambla y el Parque Nicolás Salmerón. PERQ |
ALMERÍA HOY / 14·02·2018
El hotel más emblemático de la ciudad de Almería lleva cerrado desde la Nochevieja de 2014 a pesar de que, en un principio, sus propietarios explicaron que dicho cierre se debía «obras de reforma», y que tenía carácter temporal. Meses después de aquello, la sociedad que lo gestionaba resolvía contratos con unos 30 empleados, y ya en noviembre de 2016, un juzgado daba inicio al proceso de liquidación de la sociedad 'Hotel Almería S.L.', algo que llevaba aparejado su disolución, así como el cese del administrador.
La última noticia relativa al Gran Hotel llegaba el pasado verano cuando un medio local publicaba que, tras ser adquirido el Banco Popular por el Banco Santander, la entidad presidida por Botín se convertía en propietaria del hotel. Pero este extremo ha sido desmentido, ya que ALMERÍA HOY ha contactado con el Banco Santander, con el Popular y con la inmobiliaria Aliseda. Así, si bien no hay fecha aproximada para una reapertura, sí nos confirman que el Gran Hotel sigue en manos del empresario Miguel Rifá, quien está envuelto en una serie de procedimientos judiciales y concursales.
Según apuntan, «el activo sigue siendo propiedad del deudor», de manera que «todavía no ha pasado a balance de la empresa a la que le tocaría» dicha propiedad, es decir, que se inscriba a nombre del Popular o del Santander —aunque el primero fuera comprado por el segundo hace meses—.
Así las cosas, la pregunta que muchos se hacen es cuándo volverá a abrir sus puertas el céntrico hotel. Desde la inmobiliaria Aliseda —que trabaja para Banco Popular— no dan una respuesta concreta, ya que «cuando existen negociaciones para la venta de un activo, somos muy discretos y no facilitamos información que pueda afectar a esa negociación». No obstante, en esa respuesta va implícito el hecho de que sí existen, a día de hoy, negociaciones abiertas para la venta del hotel. En cualquier caso, sí apuntan que esa venta dependerá «del acuerdo que alcancen entre deudor y acreedor».
Además, para la reapertura de un activo turístico como el Gran Hotel hay que tener en cuenta otros factores, como que, en caso de que vuelva a abrir, no sería antes del presente año, que es cuando prescribe el compromiso de contratación de los empleados, algo que abarataría dicha reapertura.
Antecedentes
El emblemático Gran Hotel de Almería cerraba sus puertas después de 47 años de actividad ininterrumpida. La causa del cierre no sería otra, aseguraba la dirección, que la necesidad de acometer «reformas» en sus instalaciones para reabrir antes del verano de 2015 «con una nueva imagen». Como es sabido, eso nunca ocurrió. Además, cabe recordar que la deuda de Hotel Almería y Predios del Sureste, sociedades de Rifá, ronda los 54 millones de euros, aunque el empresario sacó el activo del Gran Hotel del concurso de acreedores, incluyéndolo en otra sociedad, Cymar-Gestión Hotelera.
El hotel de la discordia se construyó en 1967 sobre un solar municipal de mil metros, donde se ubicaba la Terraza Apolo, con el compromiso de un uso exclusivo hotelero. Cymar Gestión Hotelera, la sociedad que cerró el establecimiento, solicitó licencia de obra al Ayuntamiento para realizar obras de mejora, pero no se llegó a realizar ningún trabajo y su situación de deterioro, sobre todo en el interior, empeora con el paso del tiempo.
La última noticia relativa al Gran Hotel llegaba el pasado verano cuando un medio local publicaba que, tras ser adquirido el Banco Popular por el Banco Santander, la entidad presidida por Botín se convertía en propietaria del hotel. Pero este extremo ha sido desmentido, ya que ALMERÍA HOY ha contactado con el Banco Santander, con el Popular y con la inmobiliaria Aliseda. Así, si bien no hay fecha aproximada para una reapertura, sí nos confirman que el Gran Hotel sigue en manos del empresario Miguel Rifá, quien está envuelto en una serie de procedimientos judiciales y concursales.
Según apuntan, «el activo sigue siendo propiedad del deudor», de manera que «todavía no ha pasado a balance de la empresa a la que le tocaría» dicha propiedad, es decir, que se inscriba a nombre del Popular o del Santander —aunque el primero fuera comprado por el segundo hace meses—.
Así las cosas, la pregunta que muchos se hacen es cuándo volverá a abrir sus puertas el céntrico hotel. Desde la inmobiliaria Aliseda —que trabaja para Banco Popular— no dan una respuesta concreta, ya que «cuando existen negociaciones para la venta de un activo, somos muy discretos y no facilitamos información que pueda afectar a esa negociación». No obstante, en esa respuesta va implícito el hecho de que sí existen, a día de hoy, negociaciones abiertas para la venta del hotel. En cualquier caso, sí apuntan que esa venta dependerá «del acuerdo que alcancen entre deudor y acreedor».
Además, para la reapertura de un activo turístico como el Gran Hotel hay que tener en cuenta otros factores, como que, en caso de que vuelva a abrir, no sería antes del presente año, que es cuando prescribe el compromiso de contratación de los empleados, algo que abarataría dicha reapertura.
Antecedentes
El emblemático Gran Hotel de Almería cerraba sus puertas después de 47 años de actividad ininterrumpida. La causa del cierre no sería otra, aseguraba la dirección, que la necesidad de acometer «reformas» en sus instalaciones para reabrir antes del verano de 2015 «con una nueva imagen». Como es sabido, eso nunca ocurrió. Además, cabe recordar que la deuda de Hotel Almería y Predios del Sureste, sociedades de Rifá, ronda los 54 millones de euros, aunque el empresario sacó el activo del Gran Hotel del concurso de acreedores, incluyéndolo en otra sociedad, Cymar-Gestión Hotelera.
El hotel de la discordia se construyó en 1967 sobre un solar municipal de mil metros, donde se ubicaba la Terraza Apolo, con el compromiso de un uso exclusivo hotelero. Cymar Gestión Hotelera, la sociedad que cerró el establecimiento, solicitó licencia de obra al Ayuntamiento para realizar obras de mejora, pero no se llegó a realizar ningún trabajo y su situación de deterioro, sobre todo en el interior, empeora con el paso del tiempo.
