Cinco manías al volante de los almerienses que desesperan a los de fuera

El no uso de los intermitentes, las luces antiniebla en días soleados o adelantar por el carril derecho...


La rotonda del 'Ego', en la capital almeriense, uno de los puntos más conflictivos del tráfico local. PERQ

ALMERÍA HOY / 03·02·2018

No es ningún secreto que mucha de la gente nacida y/o criada en Almería suele mostrar gestos y comportamientos propios —llamémoslo un 'nosequé'— más difíciles de observar allende las fronteras provinciales. Que si comer migas cuando llueve, que si hacer colas kilométricas para coger un abanico de propaganda o un pascuero, que si no protestar en la calle por estar a la cola en justicia, sanidad o educación, pero sí porque suspenden un concierto de Operación Triunfo... Y claro, también por tener nuestro estilo propio de conducción. Y para muestra, cinco botones.


1. Intermitentes


¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde va el de delante? Una costumbre cada vez más extendida por todas partes, aunque en Almería llevamos décadas de adelanto, es esa de no señalizar los giros o cambios de sentido con los intermitentes. Como si nos cobrasen cada vez que le damos a la 'palanquita' que los activa, los almerienses preferimos tirar de intuición, incluso de artes adivinatorias, para prever por dónde piensa tirar el que va delante nuestra. Sí, paisanos: poner los intermitentes es gratis, pero es que además es obligatorio, aunque aquí los usemos casi exclusivamente cuando ponemos las luces de emergencia para aparcar en doble fila.


2. Aparcar en doble fila

¿Por qué criticamos lo difícil que está dejar el coche en según que lugares si en realidad nos encanta aparcar en doble fila? Vale cualquier excusa —"es sólo un minuto", "voy a recoger a los niños", "tengo que hacer un mandado", "me he quedado sin tabaco"...— para abonarse a esta otra mala costumbre que, cada vez, parece tener más adeptos, hasta el punto de que en determinadas zonas se están organizando para su inclusión en la próxima edición de los Juegos Olímpicos. Hablo de la avenida Cabo de Gata, la Rambla Federico García Lorca, la carretera ronda a la altura del Freinet o Calzada de Castro, por poner sólo unos pocos ejemplos.


3. Luces antiniebla

Cualquier nativo que se compra un coche con luces antiniebla ha de saber que, si no es de viajar mucho fuera de Almería, probablemente no llegue a darle un uso real a este accesorio, ya que los días de niebla que se registran al año se cuentan con los dedos de la mano, sin obviar que estamos hablando de una de las provincias de toda Europa con más horas de sol. Aun así, es habitual ver vehículos circulando con las antiniebla encendidas. Da lo mismo que sean las tres de la tarde de un soleado día de agosto. Para más inri, es probable que los conductores amigos de esta 'costumbre' no activen esta iluminación en esos tres o cuatro días al año en los que sí hay niebla y, por tanto, es realmente necesaria. Al igual que con los intermitentes, cualquiera diría que las antiniebla existen más por una cuestión estética que de seguridad.


4. Carril izquierdo


También es fácil de observar en las vías de doble carril en ambos sentidos, como por ejemplo la Rambla o la carretera de Málaga, coches circulando a 40 Km/h por el carril izquierdo, mientras que el carril derecho se emplea como carril de aceleración o adelantamiento con coches llegando hasta los 100 Km/h. Una vez más, justo al revés de como debería ser. Por supuesto que la ley prohíbe circular a más de 50 Km/h en vías urbanas, pero si tiene usted prisa, recuerde que su carril es el izquierdo, y si, por contra, quiere usted conducir despacio y disfrutando del camino, creáme cuando le digo que puede —y debe— hacerlo por la derecha.


5. Rotondas


Este último es un clásico que, honestamente, no se circunscribe únicamente a territorio almeriense: cómo entrar y salir de una rotonda correctamente. No obstante, aprovechamos este escrito para recordar cómo hay que hacerlo (ver imagen inferior), aunque recuerden: tanto si lo hacen bien como mal, ¡no se olviden de poner el intermitente!