Somos de «turiempleo»

Entiéndanme una cosa muy sencilla. Los vídeos con famosos o promocionarse hasta en la feria de ‘sanpernanbuco’ está muy bien, y es necesario, pero esa estrategia ¿cumple realmente con las necesidades de quienes son el primer frente de batalla frente al turismo? ¿Se consulta si acaso a los principales receptores de esos clientes?


La alcaldesa de Garrucha.

MARÍA LÓPEZ CERVANTES

Cuando intentas escribir Fitur en 'Whatssapp' se te cuela automáticamente entre esas dichosas palabras que te aparecen «figurar» y ahí lo dejo, porque algunas administraciones o responsables de las mismas aún no han aprendido que el turismo es el segundo motor económico de la provincia de Almería, pero el primero y único en localidades como Garrucha, donde la agricultura apenas existe, la pesca se mantiene a flote por criterios de calidad y no por la bonanza de los caladeros y donde tampoco tenemos un término municipal extenso que nos permita generar enormes espacios de ocio o complejos hoteleros con campos de golf adosados. Pero aún así hemos conseguido marcar algunas diferencias en el modelo de municipio, en cómo vivir del turismo sin, por ejemplo, tener apenas plazas hoteleras pese a que el gran gigante de la provincia 'Hoteles Playa' nació aquí y no en ningún otro lugar. Por algo será.

Nos hemos centrado en darle al turismo aquello que necesita para satisfacer sus expectativas, y para ello tenemos claro qué perfil es el que nos vista, cuándo y que busca. Por ejemplo, los datos dicen que el 52% de nuestros turistas son mujeres. El 31% de nuestros turistas tienen entre 45 y 64 años, y de todos los que pasan por las puertas de nuestros establecimientos el 56% son españoles ¿Qué buscan?, pues en un 71% playa y casi un 27% compras, barra oferta gastronómica. Somos el perfil medio del turismo de litoral, con una diferencia frente al resto de localidades, que sólo podemos ofrecer playa, hostelería y comercio, pero muy mal no debemos estar haciéndolo cuando seguimos autorizando la apertura de nuevos establecimientos año tras año, y si todo transcurre con criterios de justicia y lógica, este 2018 nos toca ampliar nuestro paseo marítimo tras doce años de espera. Cosas de la crisis, ya saben.

Ahora bien, podemos tomarnos el turismo como turiempleo o turifiguroneo. Depende de lo que quieras obtener de este sector, si un modelo que garantice que tu gente pueda defender un sueldo que llevar todos los meses a sus casas, o sencillamente utilizar el turismo como plataforma de figuración para que te den muchas palmaditas en la espalda. Nosotros somos de la primera variable, el turiempleo, porque sabemos de lo que vivimos, y al mismo tiempo tenemos la obligación de luchar contra el turifiguroneo, porque si ya son pocos los recursos que dedicamos en esta provincia a la promoción de nuestra segunda fuente de riqueza, que lo poco o mucho que se haga sea para goces y promociones personales roza lo penoso.

Almería necesita una apuesta turística que nazca de abajo hacia arriba, en la que cada municipio aporte ese grano de arena que hace una montaña compacta y segura, y no un modelo como al que hasta ahora nos tienen acostumbrados, que no es mas que esparcir arena de la que se lleva el viento y no se asienta en ninguna parte.

Entiéndanme una cosa muy sencilla. Los vídeos con famosos o promocionarse hasta en la feria de ‘sanpernanbuco’ está muy bien, y es necesario, pero esa estrategia ¿cumple realmente con las necesidades de quienes son el primer frente de batalla frente al turismo? ¿Se consulta si acaso a los principales receptores de esos clientes?

Más del 70% de nuestros visitantes tienen que venir en coche y aún así repiten el 62% todos los años¿Imaginan lo que sería promocionar una Almería a la que puedes llegar en Ave, con verdaderas guías interactivas de recursos turísticos provinciales en las que el protagonista sea el producto y no el productor político de turno? Imaginen que el debate fuese sobre una promoción centrada en ganarle la batalla a la estacionalidad, y no en vender continuamente lo que ya tenemos vendido. Construir de abajo arriba, como las casa que se sostienen. Ahí está la clave de nuestra promoción turística y las infraestructuras son parte fundamental de esos cimientos.