Junta y Gobierno, obligados a entenderse para 'salvar' Calar Alto

Actualmente, el CSIC aporta un 38% del presupuesto del observatorio, y la parte alemana —que se marcha a finales de año— el 62% restante




ALMERÍA HOY / 25·01·2018

El observatorio de Calar Alto depende del Centro Astronómico Hispano Alemán (CAHA), que es compartido y gestionado por el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA) en Granada —perteneciente al CSIC— y por el Max-Planck-Institut für Astronomie (MPIA) en Heidelberg (Alemania). Sin embargo, esto va a cambiar en unos meses, cuando la parte alemana salga del observatorio al finalizar el acuerdo suscrito en 2013.

Así pues, el actual modo de funcionamiento de uno de los observatorios astronómicos más valorados por el mundo científico tiene fecha de caducidad, motivo por el que ALMERÍA HOY ha conversado con su director, Jesús Aceituno, para saber cómo afronta el futuro de Calar Alto y, sobre todo, si tiene garantizado dicho futuro.

Antes que nada, el director del observatorio señala que «no se prevén reducciones drásticas de presupuesto como ocurrió en la crisis de 2014». «El acuerdo con Max-Planck finaliza a finales de año, y se está buscando socio que le sustituya. Legalmente somos una Agrupación de Interés Económico, por lo que necesitamos forzosamente dos socios», explica.

Actualmente, el CSIC aporta un 38% del presupuesto de Calar Alto, y la parte alemana el 62% restante. El presupuesto oficial del centro es de 1,6 millones de euros, si bien, el presupuesto real supera los 2,7 millones.


Esperando a la Junta de Andalucía


Así las cosas, las miradas se dirigen a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, quien prometió el pasado mes de mayo una aportación económica sin cuantificar, si bien en los presupuestos andaluces de 2018 no aparece partida alguna para tal fin. Jesús Aceituno nos explica que «la Junta quiere sustituir a los alemanes, se han celebrado dos reuniones, y creo que va en la buena dirección. Aún queda tiempo para formalizar los trámites pertinentes a lo largo de 2018».

Según el director de Calar Alto, «a priori no hay riesgo» para el observatorio debido a una «demostración de intenciones clara» por parte de las administraciones para que siga funcionando con normalidad». «El observatorio mantiene un nivel muy alto de investigación, hasta el punto de que la Agencia Espacial Europea, universidades chinas o el Instituto Tecnológico de Massachusetts se interesan por usar nuestras instalaciones». Por todo ello, Jesús Aceituno finaliza con un mensaje optimista: «El observatorio goza de excelente salud, y tiene un futuro competitivo por delante», sentencia.