Dos décadas de PGOU

Junta y Ayuntamiento anunciaban en junio un acuerdo para desbloquearlo, pero lo cierto es que aún carece de fecha de aprobación


Panorámica de Almería desde La Chanca. Imagen: PERQ.

ALMERÍA HOY / 09·01·2018

José Díaz, decano del Colegio de Arquitectos de Almería, ha conversado con ALMERÍA HOY de diversos asuntos que conciernen a la capital almeriense, incluyendo el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que este año cumple dos décadas en vigor —data de 1998— cuando según la legislación vigente no debería haber cumplido más de ocho años.

El pasado mes de junio, Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Almería anunciaban un acuerdo para desbloquearlo, pero lo cierto es que aún carece de fecha de aprobación.

El decano de los arquitectos almerienses admite que el retraso en la aprobación del nuevo PGOU afecta al día a día de la ciudad. «Las necesidades de una ciudad cambian constantemente, y la normativa debe adaptarse a esos cambios. No es lo mismo la Almería de hace 20 años que la de ahora». No obstante, matiza que el «problema» de Almería no es único, sino «generalizado».

Entre otras cosas, de ese PGOU depende, por ejemplo, que se proyecte el ansiado soterramiento de las vías del tren a su paso por la capital. Preguntado por su postura sobre si hay que realizar un soterramiento integral, Díaz responde que desde el colegio sí lo apoyan, incluso respaldarían la conexión en superficie con el Puerto, si bien indica que «cuidado con los graneles». «La ciudad tiene memoria de lo que pasaba con el polvo de mineral de las minas de Alquife, y podría no entenderlo», subraya. «Es difícil que llegue soterrado al Puerto, pero es factible. ¿Es razonable la inversión? Eso es lo que hay que ver».

Por eso, el Colegio de Arquitectos pone sobre la mesa una propuesta «mixta» de soterramiento. «No es lo mismo las exigencias que nos encontramos, por ejemplo, en el sector 20, que en el centro ciudad. El soterramiento se vende como la panacea, pero es verdad que es una inversión muy importante. Por eso, una de las soluciones podría ser apostar por soterramientos puntuales».