El portavoz del gobierno de Carboneras asegura que los dos ediles provocaron en el último pleno «una salida de tono» por su parte o la del alcalde
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Amérigo indica a Felipe Cayuela que de la vuelta cuando éste intenta llegar a su sitio portando la silla que alguien había quitado de su sitio. Ramón Soto, junto a Amérigo, sonríe divertido. |
ALMERÍA HOY / 31·01·2018
El concejal de Hacienda de Carboneras, Felipe Cayuela (Gicar) asegura que tanto el portavoz del PSOE, José Luis Amérigo, como el concejal socialista y coordinador del Instituto Andaluz de la Juventud en Almería, Ramón Soto, «tenían preparada una estrategia en el último pleno para provocar una salida de tono por mi parte o la del alcalde».
Cayuela hacía referencia al incidente protagonizado por él y los ediles de la oposición en los prolegómenos de la sesión, cuyas imágenes circulan como la pólvora en redes sociales. «Alguien quitó la silla del lugar que ocupo en el plenario —explica Felipe Cayuela— y la colocó en un rincón. La cogí y, cuando pedí a los concejales socialistas que se echaran un poco adelante para poder pasar, ya que habían ocupado con bolsas y otros bultos el lugar que quedaba tras ellos, Soto me respondió riendo ‘no me da la gana’, mientras que Amérigo me ordenó que diera la vuelta y entrara por el otro lado de la sala».
«En ese momento —continúa— intervino el alcalde, pidiéndoles que me dejaran pasar o se vería obligado a llamar a la Policía, a lo que ambos contestaron ‘échanos’. Tal vez era lo que andaban buscando, algo de circo para salir a los medios, porque no tienen otra cosa que ofrecer».
Cayuela ocupó su sitio como pudo, pasando por encima de los bultos, y comenzó la sesión.
Las alegaciones presentadas al presupuesto, que según el portavoz del gobierno eran «un copia y pega de las que presentaron a los de 2017», habían sido, como en aquella ocasión, desestimadas por el secretario municipal «por no ajustarse a derecho».
El convenio con el Consorcio de residuos del Sector 2 para la gestión del Punto limpio y la convocatoria de plazas de interventor y tesorero salieron adelante sin debate y con la abstención del grupo socialista que, en cambio, se opuso a la aprobación del reglamento de la Banda Municipal de Música, una norma que contaba con el consenso de todos los integrantes de la agrupación musical.
«Susana Díaz y Sánchez Teruel tienen que venir y observar a Ramón Soto y José Luis Amérigo durante los plenos. Su comportamiento es más propio de gamberros en la edad del pavo que de representantes de pueblo. Avergüenzan a un partido centenario y tan digno como el PSOE».
Cayuela hacía referencia al incidente protagonizado por él y los ediles de la oposición en los prolegómenos de la sesión, cuyas imágenes circulan como la pólvora en redes sociales. «Alguien quitó la silla del lugar que ocupo en el plenario —explica Felipe Cayuela— y la colocó en un rincón. La cogí y, cuando pedí a los concejales socialistas que se echaran un poco adelante para poder pasar, ya que habían ocupado con bolsas y otros bultos el lugar que quedaba tras ellos, Soto me respondió riendo ‘no me da la gana’, mientras que Amérigo me ordenó que diera la vuelta y entrara por el otro lado de la sala».
«En ese momento —continúa— intervino el alcalde, pidiéndoles que me dejaran pasar o se vería obligado a llamar a la Policía, a lo que ambos contestaron ‘échanos’. Tal vez era lo que andaban buscando, algo de circo para salir a los medios, porque no tienen otra cosa que ofrecer».
Cayuela ocupó su sitio como pudo, pasando por encima de los bultos, y comenzó la sesión.
Las alegaciones presentadas al presupuesto, que según el portavoz del gobierno eran «un copia y pega de las que presentaron a los de 2017», habían sido, como en aquella ocasión, desestimadas por el secretario municipal «por no ajustarse a derecho».
El convenio con el Consorcio de residuos del Sector 2 para la gestión del Punto limpio y la convocatoria de plazas de interventor y tesorero salieron adelante sin debate y con la abstención del grupo socialista que, en cambio, se opuso a la aprobación del reglamento de la Banda Municipal de Música, una norma que contaba con el consenso de todos los integrantes de la agrupación musical.
«Susana Díaz y Sánchez Teruel tienen que venir y observar a Ramón Soto y José Luis Amérigo durante los plenos. Su comportamiento es más propio de gamberros en la edad del pavo que de representantes de pueblo. Avergüenzan a un partido centenario y tan digno como el PSOE».
