El alcalde, Antonio Fernández Liria (PSOE), no podía ocultar su satisfacción ante la noticia
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| Una de las condiciones que ha tenido que solventar la aprobación del PGOU de Cuevas del Almanzora ha consistido en la delimitación de sus yacimientos arqueológicos y patrimoniales. |
ALMERÍA HOY / 11·01·2018
Este 10 de enero el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) publicaba la aprobación inicial del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la localidad de Cuevas del Almanzora. De esa manera, se iniciaba el tiempo de presentación de alegaciones, primer paso del procedimiento que debe culminar con su aprobación definitiva a mediados del presente año.
El alcalde, Antonio Fernández Liria (PSOE), no podía ocultar su satisfacción ante la noticia. «Ya se puede vislumbrar el fin de la inseguridad jurídica que limitaba el crecimiento de Cuevas y llevará la tranquilidad a 1.400 familias cuyas viviendas carecían de licencia de primera ocupación al estar construidas en terrenos fuera de ordenación».
La tranquilidad a que alude el regidor tendrá su correlato en las arcas municipales «porque al poder ser inscritas en el catastro pasarán, también, a contribuir con el Impuesto de Bienes Inmuebles, lo que será un respiro para el erario de Cuevas, del que también desaparecerá una parte importante del peligro de ser condenado a indemnizar a esas familias por haber construido sus casas con licencias que, después, resultaron nulas».
En cualquier caso, la entrada en vigor del PGOU no supondrá el derecho a ‘barra libre’ para todo lo construido fuera de ordenamiento en el término municipal. «Esto no podrá suponer la inmediata legalización de las 300 viviendas levantadas en la finca La Romana. Sus promotores tendrán que dotar a la urbanización de todos los servicios y conectarlos a las redes públicas. No será tarea fácil ni rápida. Hablamos de una agrupación de viviendas que ni siquiera tienen un acceso convencional, y a las que sólo se llega a través de una rambla».
El alcalde, Antonio Fernández Liria (PSOE), no podía ocultar su satisfacción ante la noticia. «Ya se puede vislumbrar el fin de la inseguridad jurídica que limitaba el crecimiento de Cuevas y llevará la tranquilidad a 1.400 familias cuyas viviendas carecían de licencia de primera ocupación al estar construidas en terrenos fuera de ordenación».
La tranquilidad a que alude el regidor tendrá su correlato en las arcas municipales «porque al poder ser inscritas en el catastro pasarán, también, a contribuir con el Impuesto de Bienes Inmuebles, lo que será un respiro para el erario de Cuevas, del que también desaparecerá una parte importante del peligro de ser condenado a indemnizar a esas familias por haber construido sus casas con licencias que, después, resultaron nulas».
En cualquier caso, la entrada en vigor del PGOU no supondrá el derecho a ‘barra libre’ para todo lo construido fuera de ordenamiento en el término municipal. «Esto no podrá suponer la inmediata legalización de las 300 viviendas levantadas en la finca La Romana. Sus promotores tendrán que dotar a la urbanización de todos los servicios y conectarlos a las redes públicas. No será tarea fácil ni rápida. Hablamos de una agrupación de viviendas que ni siquiera tienen un acceso convencional, y a las que sólo se llega a través de una rambla».
