Al nuevo PGOU le queda un año como mínimo

Y si finalmente se reforma la actual LOUA, el retraso podría ser de varios años más




ALMERÍA HOY / 19·01·2018

El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) vigente en la ciudad de Almería cumple 20 años este 2018, cuando según la ley no debería haber sobrepasado los ocho años. Así las cosas, la capital almeriense aún aguarda el nuevo plan que contemple cómo quiere desarrollarse urbanísticamente, una espera que todavía podría prolongarse entre un año y año y medio en el mejor de los casos.

Así lo ha contado a ALMERÍA HOY el concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Castellón (PP), si bien ha recordado que, el pasado mes de diciembre, la Junta de Andalucía aprobaba un anteproyecto de ley para reformar la LOUA, que sería la tercera modificación en los últimos 12 años de la normativa urbanística de Andalucía, y que podría volver a provocar un nuevo y considerable retraso del PGOU de Almería.

Cabe recordar que, hace ahora un año, la presidenta andaluza, Susana Díaz (PSOE), se comprometía personalmente a «desbloquear» los asuntos pendientes de la Junta en la ciudad almeriense, incluyendo la tramitación del PGOU.

Miguel Ángel Castellón nos habla de las distintas «pegas» de la administración autonómica a la elaboración del plan, algunas de ellas «de última hora». En ese sentido, apunta a la petición para un estudio de alternativas a la aprobación del PGOU, algo para lo que ya se ha contratado la asistencia técnica. Otra petición, probablemente la que más quebraderos de cabeza está provocando en la Concejalía de Vivienda y Desarrollo Urbano, es la que tiene que ver con los cauces hidráulicos.

Este último punto se explicaría con el siguiente ejemplo: lo que se hizo en su día al «encajonar» la actual Rambla Federico García Lorca, principal arteria de la ciudad junto con el Paseo, algo que, con la ley actual, sería ilegal. «Eso ya no se puede hacer. Ahora, si hay un riachuelo no se puede tocar, lo cual es un disparate absoluto. Con esta ley, la actual Rambla Federico García Lorca tendría que seguir estando como toda la vida, con las moredas y todo», detalla el edil.

Finalmente, explica Castellón, y «tras muchas discusiones con esto, al final nos aceptaron que planteáramos posibles intervenciones en los cauces, pero surge otro problema: no sabíamos qué cauces teníamos que recoger en el plan, porque no existe un plano oficial de cauces». La solución definitiva ha pasado por encargar un estudio de cauces del término municipal almeriense proponiendo informes de intervención en ellos. Cuando este paso esté terminado, vuelta a empezar con la burocracia: aprobación inicial, exposición pública, alegaciones, aprobación provisional, aprobación definitiva. «En trámites, mínimo se nos va año, año y medio», lamenta.