Desde la 'Plataforma Unidos por Turaniana' lamentan la falta de interés de las administraciones para «conservar» un espacio natural «en vez de destruirlo»
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| Las Salinas de San Rafael, en Roquetas de Mar. |
ALMERÍA HOY / 13·12·2017
Si hay un proyecto urbanístico que está dando que hablar —y no precisamente para bien— en las últimas fechas, es el aprobado por el Ayuntamiento de Roquetas de Mar con vistas a urbanizar Las Salinas de San Rafael, una zona de especial interés medioambiental y patrimonial para muchas asociaciones conservacionistas. Uno de esos colectivos es la 'Plataforma Unidos por Turaniana', donde ya están pensando en un «acto multitudinario» de protesta para principios de año, probablemente en enero, según ha contado a ALMERÍA HOY Juan Miguel Galdeano, de 'Unidos por Turaniana'.
La intención del Consistorio roquetero, apunta Galdeano, es la de «construir sobre lo que queda de Las Salinas y alrededor de la Ribera de la Algaida». Una actuación «que incluye dos torres de 28 pisos —las compara con la torre de Ejido, que tiene 30—». Dichas torres se ubicarían una enfrente del Mariopark y otra junto al camping.
«También hay proyectados hoteles de hasta 11 pisos, y gran cantidad de viviendas —unas 7.000—», remarca para calificar este proyecto de «urbanización agresiva, con edificios muy altos» en un espacio natural donde existen «especies protegidas y plantas autóctonas». Eso, sin obviar el yacimiento arqueológico de Turaniana, descubierto en 1859, donde se han hallado restos que cronológicamente abarcan desde el final de la Edad del Bronce, pasando por la Cultura argárica, fundamental durante la época romana, hasta la etapa musulmana. «El Ayuntamiento insiste en que la Algaida no se toca, y es verdad que no se toca físicamente, pero se rodea de pisos, se hace un efecto pantalla».
Además, recuerda que «se trata del último resquicio de industria salinera en Roquetas», y apunta también a razones económicas para rechazar la urbanización de Las Salinas. «La urbanización cuesta 200 millones de euros, y el presupuesto anual ronda 90 millones de euros». No obstante, señala que no lo aceptaría «aunque fuese regalado». «Es destruir en vez de poner en valor la Algaida y Turaniana».
ALTERNATIVAS A LA URBANIZACIÓN
Desde la plataforma trabajan para plantear alternativas a un proyecto que, tal y como está redactado, invade parte del espacio protegido de Turaniana, si bien, según Galdeano, «sabemos que no se van a atrever a invadirlo porque es ilegal, pero es verdad que ahora mismo se invade parcialmente». Entre dichas alternativas, habla varias veces de restauración paisajística —incluyendo la eliminación del «circuito ilegal de motocross» que hay en la zona—, así como de «hacer un centro de interpretación». «Turaniana tiene que excavarse e integrarse en el espacio natural, y son necesarios más miradores, y incluso replantaciones».
APOYOS POLÍTICOS
En cualquier caso, la urbanización de Las Salinas de San Rafael ya ha dejado varios titulares relativos a los cambios en los apoyos y rechazos que han mostrado algunos concejales del Pleno roquetero. Así, en 2016 la aprobación inicial contó con el voto favorable de PP y C's y el rechazo del resto (PSOE, IU-Para la Gente, y 'Tú Decides'). Sin embargo, en noviembre de este año su aprobación provisional —paso 2 de 3— ha salido adelante con los votos de los ediles de Gabriel Amat y de la concejal no adscrita —después de abandonar el PSOE sin renunciar al acta— María José López, quien hasta hace pocos meses se mostraba en redes sociales totalmente contraria a la urbanización de Las Salinas. Al mismo tiempo, Ciudadanos cambió su voto, pasando, en menos de un año, de apoyarla a rechazarla.
La intención del Consistorio roquetero, apunta Galdeano, es la de «construir sobre lo que queda de Las Salinas y alrededor de la Ribera de la Algaida». Una actuación «que incluye dos torres de 28 pisos —las compara con la torre de Ejido, que tiene 30—». Dichas torres se ubicarían una enfrente del Mariopark y otra junto al camping.
«También hay proyectados hoteles de hasta 11 pisos, y gran cantidad de viviendas —unas 7.000—», remarca para calificar este proyecto de «urbanización agresiva, con edificios muy altos» en un espacio natural donde existen «especies protegidas y plantas autóctonas». Eso, sin obviar el yacimiento arqueológico de Turaniana, descubierto en 1859, donde se han hallado restos que cronológicamente abarcan desde el final de la Edad del Bronce, pasando por la Cultura argárica, fundamental durante la época romana, hasta la etapa musulmana. «El Ayuntamiento insiste en que la Algaida no se toca, y es verdad que no se toca físicamente, pero se rodea de pisos, se hace un efecto pantalla».
Además, recuerda que «se trata del último resquicio de industria salinera en Roquetas», y apunta también a razones económicas para rechazar la urbanización de Las Salinas. «La urbanización cuesta 200 millones de euros, y el presupuesto anual ronda 90 millones de euros». No obstante, señala que no lo aceptaría «aunque fuese regalado». «Es destruir en vez de poner en valor la Algaida y Turaniana».
ALTERNATIVAS A LA URBANIZACIÓN
Desde la plataforma trabajan para plantear alternativas a un proyecto que, tal y como está redactado, invade parte del espacio protegido de Turaniana, si bien, según Galdeano, «sabemos que no se van a atrever a invadirlo porque es ilegal, pero es verdad que ahora mismo se invade parcialmente». Entre dichas alternativas, habla varias veces de restauración paisajística —incluyendo la eliminación del «circuito ilegal de motocross» que hay en la zona—, así como de «hacer un centro de interpretación». «Turaniana tiene que excavarse e integrarse en el espacio natural, y son necesarios más miradores, y incluso replantaciones».
APOYOS POLÍTICOS
En cualquier caso, la urbanización de Las Salinas de San Rafael ya ha dejado varios titulares relativos a los cambios en los apoyos y rechazos que han mostrado algunos concejales del Pleno roquetero. Así, en 2016 la aprobación inicial contó con el voto favorable de PP y C's y el rechazo del resto (PSOE, IU-Para la Gente, y 'Tú Decides'). Sin embargo, en noviembre de este año su aprobación provisional —paso 2 de 3— ha salido adelante con los votos de los ediles de Gabriel Amat y de la concejal no adscrita —después de abandonar el PSOE sin renunciar al acta— María José López, quien hasta hace pocos meses se mostraba en redes sociales totalmente contraria a la urbanización de Las Salinas. Al mismo tiempo, Ciudadanos cambió su voto, pasando, en menos de un año, de apoyarla a rechazarla.
