Paso adelante para declarar la iglesia de Fondón como BIC

La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Almería ha informado favorablemente sobre su inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz




ALMERÍA HOY / 01·09·2017

La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Almería ha informado favorablemente sobre la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz de la Iglesia Parroquial San Andrés, en Fondón, como Bien de Interés Cultural (BIC).

El delegado territorial de Cultura, Alfredo Valdivia, justifica la protección de la citada iglesia «en las características artísticas que sitúan al edificio en un lugar destacado dentro de su tipología arquitectónica, en los valores históricos, culturales y religiosos que conserva, así como también en algunos de sus bienes muebles». El templo, aunque ha sido objeto de diversas actuaciones y modificaciones que han borrado los rasgos estilísticos que lo definían, conserva aún ciertos elementos pertenecientes al arte mudéjar y al barroco. «Esencialmente, su estructura básica coincide con al organización de los templos mudéjares de mediados del siglo XVI del territorio almeriense», ha precisado el delegado.

Fondón, enclavada en el curso alto del Río Andarax, en la zona oriental de las Alpujarras, está integrado por tres núcleos de población de origen musulmán: Fondón, Benecid y Fuente Victoria, siendo Fondón el más importante de los tres. Su mezquita consagrada como iglesia tras el bautismo de los moriscos en verano de 1500, debió de quedar arruinada como consecuencia del terremoto de 1522. Estas circunstancias obligaron a la Corona a tener que iniciar un proceso de construcción de templos e iglesias que pudieran atender a los nuevos pobladores, así en el periodo comprendido entre 1530 y 1568 se asiste a un auge económico y constructivo en la diócesis granadina, y será entonces cuando se levanten la mayoría de las iglesias de la comarca y se generalizan los distintos esquemas constructivos mudéjares, ya que la urgencia política y económica, unido con la versatilidad y rapidez de ejecución, hicieron que se adaptaran las técnicas mudéjares de herencia medieval para la construcción de las iglesias alpujarreñas.

Una década después de erigirse la iglesia, fue quemada por los moriscos al inicio del levantamiento de Las Alpujarras. Esta guerra y la posterior expulsión de los moriscos acarreó una profunda crisis social y económica que impidió la reconstrucción inmediata de los numeroso templos afectados.

En Fondón, la destrucción no afectó a los muros de la iglesia, por ello, lo primero fue colocar un colgadizo de tablas sobre la nave central y tapiar los arcos que la separan de las laterales, reduciendo el espacio para la celebración de la misa.


Reformas en la Iglesia de San Andrés de Fondón

Durante el siglo XVIII fue profundamente reformada. De la primitiva construcción se conservó la estructura general de las naves, pero se transformó la capilla ma-yor entre 1763 y 1765. Se realiza la bóveda encamonada de la nave central, ocultan-do la armadura de la misma.

Se construye el Camarín del Santo Cristo de la Luz en 1770, que será sin duda uno de los principales elementos barrocos de la iglesia por el rico programa de pinturas murales que se conservan. Estas pinturas de carácter figurativo conservadas se localizan en la cúpula y las pechinas, mientras que las de la cornisa, pilastras y zócalo imitan revestimientos de mármol. Fueron realizadas por Diego Sánchez Sarabia, quien se mantiene fiel a la estética barroca, hasta el extremo de repetir algunos de los modelos de ángeles que utilizó en el camarín y la sacristía de la Basílica de San Juan de Dios en Granada. Se completaba todo el programa iconográfico con pinturas sobre lienzo de diferentes tamaños que representaban pasajes de la Pasión, Resurrección y Ascensión de Jesucristo, los cuatro evangelistas, alegoría de la Fe y dos ángeles. Pero estos lienzos fueron destruidos durante la Guerra Civil junto con el retablo del altar mayor, diseñado por el tallista Alejandro Salmerón, y concluidos por sus hijos Juan y José Salmerón en 1773.

La torre, que se venía adjudicando al estilo mudéjar, con sus tres cuerpos cuadrangulares y un cuarto octogonal, rematado en un chapitel de pizarra, encaja en las soluciones barrocas, pero se puede considerar de raíz mudéjar el uso del ladrillo y puede que el cuerpo inferior de la misma se realizara en el siglo XVI.

Es un edificio de un gran interés histórico, por el cual podemos estudiar las etapas históricas de la población, desde la musulmana hasta hoy, con las intervenciones a las que se ha visto sometida; así como por su interés artístico, con elementos que abarcan desde el mudéjar en la concepción de su planta, al barroco, esencial en su programa decorativo con un conjunto de pinturas calificadas por los estudiosos por su interés iconográfico, por la sabia distribución de los personajes y de los volúmenes de las nubes con su diferentes luminosidades y matizaciones de colorido, como una magnifica muestra del último barroco granadino.