Todas las playas de la provincia arrancan la semana con aguas por encima de 25 grados, siendo especialmente calientes en el Levante
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| Playa de Las Salinas (Cabo de Gata). |
ALMERÍA HOY / 07·08·2017
Cualquier bañista que pase estos días en la bahía de Almería habrá notado que, desde el pasado fin de semana, el agua de la playa «es caldico sopero». Estamos en pleno verano. Mes de agosto. Olas de calor cada cuatro días. Playas masificadas. Y el agua del Mediterráneo que baña la costa almeriense, desde Adra hasta Pulpí, se resiente. De hecho y según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) consultados por ALMERÍA HOY, la provincia ha arrancado la semana con temperaturas marinas por encima de 26 grados, cuando la media de este mes es de unos 24 grados.
Así, en playas del Poniente almeriense, destacan los 26 grados del agua de mar de La Urba (Roquetas), los 27 de la de San Nicolás (Adra), o los 28 de Balanegra o de Almerimar. En la capital estará algo menos caliente, oscilando entre 25-26 grados, mientras que en lugares de Cabo de Gata, las temperaturas serán similares, con los 26 grados de San José (Níjar).
Los registros más elevados tendrán lugar hacia Levante. En la playa de Los Barquicos-Los Cocones (Carboneras) el agua puede alcanzar los 30 grados, igual que en Marina de la Torre (Mojácar), Villaricos (Cuevas del Almanzora), Garrucha, Vera y Pulpí, unas tempetaruras propicias para la reaparición de las molestas medusas.
Así, en playas del Poniente almeriense, destacan los 26 grados del agua de mar de La Urba (Roquetas), los 27 de la de San Nicolás (Adra), o los 28 de Balanegra o de Almerimar. En la capital estará algo menos caliente, oscilando entre 25-26 grados, mientras que en lugares de Cabo de Gata, las temperaturas serán similares, con los 26 grados de San José (Níjar).
Los registros más elevados tendrán lugar hacia Levante. En la playa de Los Barquicos-Los Cocones (Carboneras) el agua puede alcanzar los 30 grados, igual que en Marina de la Torre (Mojácar), Villaricos (Cuevas del Almanzora), Garrucha, Vera y Pulpí, unas tempetaruras propicias para la reaparición de las molestas medusas.
