La Junta estudiará limitar los kayaks en Cabo de Gata

«Había kayaks en todos los sitios» y era uno de los asuntos «problemáticos» para el espacio natural, recuerda la directora del Parque Natural




EUROPA PRESS / 12·08·2017

La Junta de Andalucía va a solicitar próximamente un estudio que analice la capacidad de carga óptima de artefactos flotantes que pueden discurrir en aguas del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar mediante el cual se conocerá, entre otros aspectos, cuántas empresas de servicio de kayak y actividades afines pueden operar en este espacio.

Según ha explicado en una entrevista a Europa Press la directora-conservadora del Parque Natural, Lucía Tejero, el estudio requerirá una valoración ambiental sobre el litoral del parque sobre los tres municipios costeros que lo componen, si bien el grueso de esta actividad de ocio se centra en Níjar donde, a través de su plan de playas, ya se estableció una regulación que fue abordada con la asociación de empresas de kayak de Almería (Aekal).

«Estamos en un destino de kayak y la actividad de kayak bien hecha y ordenada no afecta a la conservación del Parque, al revés, es un desarrollo local y es lo que tenemos que ver con las empresas. Hay que poner un orden, una limitación y es lo que se hizo», ha valorado la directora-conservadora.

Tejero, que se incorporó a la dirección del parque en diciembre de 2016, ha apuntado que durante los primeros meses de trabajo se abogó por implementar una regulación «bastante dura y estricta», puesto que «había kayaks en todos los sitios» y era uno de los asuntos «problemáticos» para el espacio natural. Así, tras diversas reuniones con el sector se estableció el uso de 15 kayaks por parte de las 15 empresa que actualmente se encuentra acreditadas e identificadas con distintivos al tiempo que se establecieron zonas específicas para su salida en ruta.

Mediante este mecanismo, los organizadores externos que contrataban excursiones con 50 personas en kayak por Cabo de Gata ahora tienen que acudir a varias empresas y respetar un orden en la realización de los recorridos. «Eso es un gran avance, porque ahora llaman y preguntan qué se puede hacer», ha valorado la responsable de la conservación, quien ha dado cuenta del crecimiento de empresas en la zona puesto que, «en los últimos cinco años se han multiplicado por cuatro las empresas de turismo activo» hasta las 57 entidades.

En el mismo sentido, ha señalado que esta regulación ha permitido también establecer un mayor control sobre las quedadas entre particulares que se hacen especialmente en verano a través de Internet y que, durante el periodo estival —del 16 de junio al 15 de septiembre—, están limitadas a cinco artefactos flotantes en grupo, lo que afecta también a otros deportes como piragua, canoa o paddle surf. «A partir de cinco necesitan una autorización específica del parque como los senderistas, que una ve que superan los 30 necesitan un permiso», ha expuesto la directora.

Estas autorizaciones emitidas por la dirección del parque o Medio Ambiente especifican los lugares por los que se pueden realizar las salidas y las condiciones de las quedadas. «Es igual que las autorizaciones individuales de buceo», ha puesto como ejemplo la directora, quien ha señalado que de esta forma se informa sobre las zonas de reserva que cuentan con determinados niveles de protección y las condiciones de uso básica.