La Junta exige al Gobierno que no corte el agua a 24.000 hectáreas del Almanzora

A pesar de que los propios agricultores han acusado a la Junta de Andalucía de «pasividad» con las más de 3.000 hectáreas del Bajo Andarax a las que se cortó el agua




ALMERÍA HOY / 25·06·2017

El consejero de Agricultura, Rodrigo Sánchez, ha reclamado al Gobierno central que ofrezca garantías de que no cerrará el trasvase Negratín-Almanzora a partir de agosto, como temen los agricultores de la comarca del Bajo Almanzora.

Según ha informado la Junta de Andalucía, este corte del suministro supondría un «enorme perjuicio» para las más de 24.000 hectáreas de cultivos y 10.000 regantes —cítricos, hortícolas al aire libre y algunos invernaderos— de esta zona de la provincia de Almería, que dependen en un 70% de las aguas de este trasvase.

Sánchez Haro se ha reunido este domingo en Huércal-Overa (Almería) con la Junta Central de Usuarios de la Comunidad de Regantes Aguas del Almanzora, a la que ha transmitido que comparte su preocupación ante un posible cierre del trasvase que, de mantenerse la actual escasez de precipitaciones, podría producirse a finales de agosto.

El consejero, asimismo, ha garantizado que desde la Junta «se van a tomar todas las medidas para exigir al Gobierno central que tenga en consideración la crítica situación en la que quedarían unos cultivos que generan 20.000 empleos directos e indirectos».

No obstante, no se ha referido al corte de suministro de agua ordenado en mayo por la Junta de Andalucía que afecta a unas 3.100 hectáreas de regadíos en el Bajo Andarax, y que provocó que el agua que se negaba a los agricultores se vertiera al mar a un ritmo de 30.000 metros cúbicos por día.

La Comisión de Desembalse de la cuenca del Guadalquivir autorizó el pasado mes de abril un trasvase para este año de 50 hectómetros cúbicos del Negratín al Almanzora. Este volumen de agua, no obstante, estaría ahora en entredicho porque la normativa establece que sólo se podrán transferir recursos cuando el volumen embalsado en la cuenca de la que proceden —en este caso, la del Guadalquivir— supere en un mínimo del 30% su capacidad de embalse, según apuntan desde la Junta.

Los agricultores temen que a este porcentaje mínimo exigido en la Cuenca del Guadalquivir podría llegarse en un par de meses, lo que cortaría la llegada de agua desde el Negratín.

Ante esta situación, el consejero de Agricultura ha reclamado al Gobierno central que «promueva un decreto-ley o la solución jurídica que se considere adecuada para garantizar el trasvase autorizado para este año», a pesar de las restricciones establecidas y de que el sistema general de la cuenca esté por debajo del 30% de su capacidad, dados los catastróficos perjuicios que sufrirían los regantes.

Además, el embalse del Negratín tiene en estos momentos agua —está al 47% de su capacidad— y el volumen extraído por el trasvase —50 hectómetros cúbicos— ~no tiene un impacto significativo sobre todo el sistema de regulación general del Guadalquivir».

Para Sánchez Haro, esta reclamación es «especialmente justa porque el abandono al que el Gobierno central tiene sometido a la provincia de Almería ha propiciado que no haya recursos alternativos» para los afectados por esta situación.

En este sentido, ha lamentado que «es injustificable» que la desaladora de Cuevas del Almanzora lleve casi cinco años inutilizada por la riada que sufrió en septiembre de 2012, además ha reiterado que «el Gobierno de Rajoy lleva cuatro años incumpliendo los Presupuestos Generales del Estado, porque presupuesta la reparación pero luego no la ejecuta y hasta la fecha no ha invertido ni un solo euro», ha afirmado.

Teniendo en cuenta que la capacidad de esta desaladora era del orden de 15 hectómetros cúbicos anuales, durante estos años se han perdido unos recursos equivalentes a 75 hectómetros cúbicos.

Rodrigo Sánchez ha criticado que esto es sólo «un ejemplo más de la falta de implicación del Gobierno central para aliviar el déficit de agua en la provincia de Almería». Así, le ha vuelto a reclamar que ejecute proyectos pendientes como la ampliación de la desaladora de Carboneras y las desalobradoras de Balsa del Sapo y Adra, además de la ampliación de las depuradoras de El Ejido, Roquetas y Adra, lo que permitiría utilizar para regadío las aguas tratadas.