No obstante, desde el Ayuntamiento de Almería señalan que aún hay que esperar a los análisis de materiales que aportarán el informe definitivo
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| Técnicos comprobando el estado de la estructura. |
EUROPA PRESS / 27·06·2017
El concejal de Vivienda y Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Almería, Miguel Ángel Castellón (PP), ha indicado este martes que, según los primeros indicios del análisis del estado del Cable Francés para su revalorización con el desarrollo de un paseo mirador sobre el mar, la estructura es «sólida» y está «en buen estado» para avanzar en el proyecto, si bien previamente habrá que esperar al resultado de los análisis de materiales para el informe definitivo.
En rueda de prensa tras la junta de gobierno, el concejal ha apuntado que de la inspección realizada hace unos días por los buzos de la empresa 'ICC Control de Calidad', para conocer el estado y condiciones actuales de la estructura del Cable Francés, se ha podido determinar que el cargadero ha sido sometido a «sucesivas restauraciones superficiales» en las que se ha empleado materiales como cemento, por lo que ofrece un aspecto «descascarillado».
Castellón ha explicado, no obstante, que es «superficial más que estructural» el daño registrado en esta estructura destinada a «soportar cargas importantes cuando estaba en uso», por lo que los sistemas de fijación con los que cuenta aún permiten que no se mueva pese al «desgaste» de la superficie o determinados elementos, como «una viga que está en mal estado y que habría que reponer», lo que en cualquier caso, es una «cuestión menor».
El edil ha recordado que la ubicación de esta plataforma, que se extiende en 313 metros sobre el nivel del mar, conllevaría realizar una «restauración especial» y con un carácter «muy industrial» a la hora de disponer elementos como el alumbrado o el mobiliario urbano, al entender que los mismos han de pensarse «como si estuviesen sumergidos en el agua directamente».
En cualquier caso, el responsable de Urbanismo confía en que los análisis finales confirmen en buen estado de la estructura para su aprovechamiento, rehabilitación y puesta en valor, de acuerdo con el anteproyecto, encargado y elaborado por la arquitecta Lucía Bentúe.
Los buzos especialistas han analizado el estado de los pilotes sobre los que se asienta la estructura, con un calado que puede alcanzar hasta los 15 metros de profundidad. El estudio estructural incluye la inspección de daños de la zona visible y la estructura sumergida, documentados mediante croquis, fotos y vídeos, la ejecución de catas sobre la estructura con objeto de analizar la extensión en intensidad de los daños existentes tanto en la estructura, como en el tablero y vigas que conforman el cargadero, ensayos mecánicos y físico-químicos sobre el hormigón que determinen su actual estado, así como un estudio de las actuaciones de reparación y/o refuerzo precisas en el Cable Francés.
En rueda de prensa tras la junta de gobierno, el concejal ha apuntado que de la inspección realizada hace unos días por los buzos de la empresa 'ICC Control de Calidad', para conocer el estado y condiciones actuales de la estructura del Cable Francés, se ha podido determinar que el cargadero ha sido sometido a «sucesivas restauraciones superficiales» en las que se ha empleado materiales como cemento, por lo que ofrece un aspecto «descascarillado».
Castellón ha explicado, no obstante, que es «superficial más que estructural» el daño registrado en esta estructura destinada a «soportar cargas importantes cuando estaba en uso», por lo que los sistemas de fijación con los que cuenta aún permiten que no se mueva pese al «desgaste» de la superficie o determinados elementos, como «una viga que está en mal estado y que habría que reponer», lo que en cualquier caso, es una «cuestión menor».
El edil ha recordado que la ubicación de esta plataforma, que se extiende en 313 metros sobre el nivel del mar, conllevaría realizar una «restauración especial» y con un carácter «muy industrial» a la hora de disponer elementos como el alumbrado o el mobiliario urbano, al entender que los mismos han de pensarse «como si estuviesen sumergidos en el agua directamente».
En cualquier caso, el responsable de Urbanismo confía en que los análisis finales confirmen en buen estado de la estructura para su aprovechamiento, rehabilitación y puesta en valor, de acuerdo con el anteproyecto, encargado y elaborado por la arquitecta Lucía Bentúe.
Los buzos especialistas han analizado el estado de los pilotes sobre los que se asienta la estructura, con un calado que puede alcanzar hasta los 15 metros de profundidad. El estudio estructural incluye la inspección de daños de la zona visible y la estructura sumergida, documentados mediante croquis, fotos y vídeos, la ejecución de catas sobre la estructura con objeto de analizar la extensión en intensidad de los daños existentes tanto en la estructura, como en el tablero y vigas que conforman el cargadero, ensayos mecánicos y físico-químicos sobre el hormigón que determinen su actual estado, así como un estudio de las actuaciones de reparación y/o refuerzo precisas en el Cable Francés.
