Nueva ordenanza para controlar los invernaderos de El Ejido

En esta ordenanza se normalizan aspectos como la gestión de los restos vegetales, la disciplina en torno a este tipo de suelo, las medidas cautelares de paralización de construcción de invernaderos, o los sistemas de recogida de pluviales


Imagen de archivo.

ALMERÍA HOY / 26·04·2017

El Pleno del Ayuntamiento de El Ejido ha dado luz verde, por unanimidad, a la aprobación de la Ordenanza Municipal que regulará la Ordenación y Reestructuración de todo el Entorno Agrario con la finalidad de «propiciar una imagen mucho más acorde al competitivo sector con el que se cuenta», según el Consistorio.

En esta ordenanza se normalizan aspectos como la gestión de los restos vegetales, la disciplina en torno a este tipo de suelo, las medidas cautelares de paralización de construcción de invernaderos, o los sistemas de recogida de pluviales.

El alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, ha califica esta Ordenanza como «pionera y ambiciosa en la provincia de Almería», y se congratula de haber «conseguido impulsar tras años de trabajo y, que de forma consensuada con el sector». En resumidas cuentas, se trata de un documento que «vendrá a regular el entorno agrario en general y la protección del suelo de interés agrícola en particular».

Por su parte, el concejal de Agricultura, Manuel Gómez, ha explicado que con esta ordenanza «plasmamos en un documento el entorno agrario que queremos tener para nuestro municipio, teniendo en cuenta la vinculación entre el futuro de la agricultura y el control biológico». A su juicio, «la ordenanza tiene que ser un ejemplo de compromiso con el futuro con la implantación de medidas adaptadas a nuestras necesidades reales».

Como aspectos más significativos, establece la exigencia de disponer en el exterior de las explotaciones agrícolas las conocidas como ‘infraestructuras verdes’ o ‘setos verdes’, en una superficie de un 1% del total de la explotación, que computa dentro del 15% de espacios libres, y que se puede ubicar bien en el perímetro o en una zona concreta, con plantas autóctonas fácilmente adaptables a nuestro clima. Quedan exentos de esta obligación aquellos invernaderos de superficie inferior a la necesaria para obtener una UTA —Unidad de Trabajo Agrario, correspondiente a 1.920 horas al año—, variable según los cultivos, pero que se establece entorno a 7.500 metros cuadrados.

«La finalidad es que las plantaciones de especies vegetales autóctonas —romero, tomillo, hinojo o esparto, entre otras—, que no sean reservorio de virosis hortícolas, ofrezcan una floración escalonada capaz de ofrecer recursos alimenticios y refugio a la fauna auxiliar beneficiosa durante todo el año. Las experiencias científicas y ensayos técnicos llevados a cabo demuestran la relación existente entre la presencia de vegetación autóctona en el exterior de los invernaderos y la eficiencia del control biológico», aseguran desde el Ayuntamiento ejidense.

Otro aspecto significativo establece la obligación de justificar la gestión de los residuos domésticos generados en la propia explotación agrícola, la calificación ambiental de emplazamientos para alimentación ganadera, y la declaración responsable para la autogestión de compost en la propia finca. De igual modo, en materia de higiene rural contempla el desarrollo de ejecuciones subsidiarias en parcelas en mal estado.