Empate y gracias

El Almería sumó frente al Real Zaragoza (2-2) un punto que le deja en descenso, aunque a un paso de la permanencia, pero que tiene un gran valor por cómo se logró




ALMERÍA HOY / 10·04·2017

El Almería sumó frente al Real Zaragoza (2-2) un punto que le deja en descenso, aunque a un paso de la permanencia, pero que tiene un gran valor por cómo se logró. De hecho, los rojiblancos tenían delante a un potente rival, contaban con numerosas bajas, perdían 0-2 en el minuto 6 y en el 69, cuando estaban en plena reacción, se quedaron en inferioridad numérica. Casi todo lo tuvieron en contra, y ante ello demostraron carácter y capacidad de reacción.

La victoria, con los resultados de la jornada, hubiera supuesto salir del descenso y escalar hasta cinco posiciones en la clasificación, pero no pudo ser por los argumentos expuestos. En cualquier caso las sensaciones que quedan invitan al optimismo porque como decíamos este Almería sigue exponiendo muchos y buenos argumentos.

Luis Miguel Ramis puso un once semejante al que ganó en Tarragona con el único cambio obligado de Diamanka por le sancionado Joaquín. En un abrir y cerrar de ojos, el marcador registraba un sorprendente 0-2. En el minuto 4, Edu Bedia recibía sólo, dentro del área, un balón para abrir el marcador, y en el 6 Ángel culminaba una contra para ampliar la ventaja.

El equipo no se vino abajo, y la afición tampoco, que se convirtió en el jugador número 12 respaldando en todo momento a los jugadores. El Almería supo tener tranquilidad y paciencia, y al mismo tiempo confiar en sí mismo. Se puso a jugar, a tocar el balón con criterio y a llegar arriba con peligro, aunque debía tener cuidado con las contras del rival.

En el minuto 16 Morcillo, tras recibir un gran servicio de Antonio Puertas, acortaba las distancias, y en el 44 Quique remataba a gol un centro de Fidel para empatar poco antes del descanso. Antes, más ocasiones para unos y otros, aunque el control, la posesión y el mejor fútbol era del conjunto de Ramis.

En la reanudación hubo intercambio de golpes, más balón para el Zaragoza y llegadas con peligro. Casto tuvo que intervenir para evitar el 2-3, pero a medida que pasaban los minutos el Almería volvía a controlar la situación. Cuando mejor empezaba a estar, Fidel veía la segunda tarjeta amarilla y era expulsado. El conjunto almeriense se quedaba en inferioridad numérica en el minuto 69. Sin duda todo un hándicap.

Ramis movió el banquillo; puso en liza al juvenil Callejón, primero, e Isidoro, después, para reforzar la medular. El Zaragoza pasó a mandar buscando aprovecharse de la situación. Nuestros representantes hicieron un gran trabajo para mantener el marcador y cuando tenía la pelota buscaban la portería contraria. En el minuto 80 Quique, tras un centro de Marco Motta tuvo el 3-2.