«Nueva amenaza» a un BIC almeriense

'Acción por Almería' denuncia el «peligro» al que están expuestos los hornos de azufre del paraje de Las Balsas, en la comarca del Bajo Andarax


Imagen del paraje de Las Balsas, en Gádor.

ALMERÍA HOY / 17·03·2017

Tras la polémica por los daños sufridos por el yacimiento arqueológico de El Chuche después de realizar obras en una rotonda, otro Bien de Interés Cultural (BIC) ubicado en la comarca del Bajo Andarax ha encendido las alarmas de asociaciones culturales como 'Acción por Almería', quienes señalan que «el patrimonio etnográfico, histórico y cultural de la provincia sigue bajo riesgo».

En concreto, la asociación cultural y reivindicativa 'Acción por Almería' ha mostrado su preocupación por los hornos de azufre ubicados en el paraje de Las Balsas, en el término municipal de Gádor. El colectivo ha realizado una serie fotográfica «en la que se puede apreciar el riesgo que puede llevar a sufrir este BIC debido a la explotación de las canteras de áridos gestionadas por una empresa instalada en la zona, y debido a la proximidad de éstas con los conocidos hornos de azufre del Bajo Andarax», explican desde 'Acción por Almería'.

En las instantáneas recopiladas, se puede observar cómo, por ejemplo, existe una escombrera de rocas que baja desde lo alto de una colina «acercándose peligrosamente a los restos de las antiguas instalaciones metalúrgicas». Es más, según denuncian desde este colectivo, algunos de estos «grandes bloques ya han rodado por la ladera, presumiblemente a consecuencia de las voladuras efectuadas».

De esta forma, ‘Acción por Almería’ ha reclamado a la la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento de Gádor que actúen contra esta «nueva amenaza», adoptando las medidas correctoras que sean pertinentes «antes de que sea demasiado tarde».

Mario López, socio de ‘Acción por Almería’, ha recordado que la totalidad del complejo de los hornos de azufre se encuentra protegida desde que fue inscrito en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz junto a otros 43 inmuebles pertenecientes al patrimonio industrial y relacionados con la minería almeriense de los siglos XIX y XX, por resolución de la Dirección General de Bienes Culturales, con fecha de 7 de enero de 2004.

López teme, no obstante, que dicha protección pueda convertirse en un «papel mojado» y apunta que «la extensión de las canteras amenaza» a este complejo compuesto por tres baterías independientes de ocho hornos de forma circular cada una.

El socio de ‘Acción por Almería’ indica que debido a la extrañeza del azufre en el entorno geológico de la provincia, no fue descubierto hasta aproximadamente 1870 gracias a un hecho fortuito: la lumbre de un pastor provocó que prendieran piedras amarillentas. Este casual descubrimiento impulsó una importante y prolongada actividad extractiva cuya punta de lanza se ubicó, precisamente, en el paraje de Las Balsas de Gádor, a través de las concesiones denominadas ‘La Familia’ y ‘La Gracia’. Posteriormente, esta actividad se extendería hasta la vecina Benahadux.

López subraya que, a pesar de que el consumo de este azufre fue principalmente local —con especial incidencia en los parrales de la provincia—, se perforaron numerosos pozos y galerías, además de construirse «costosas» instalaciones de desagüe, extracción y beneficio. Junto al azufre nativo, se explotaron otros minerales, como alunita y calafatita, de la que se extraía sulfato potásico, alúmina y ácido sulfúrico.