Los estupefacientes, incluyendo hachís, metadona y ansiolíticos, habrían alcanzado un valor cercano a los 268 euros en el mercado ilícito
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| Cárcel de El Acebuche, en Almería capital. |
EUROPA PRESS / 06·01·2017
La Fiscalía Provincial de Almería va a solicitar penas de entre cuatro y tres años de prisión para una pareja acusada de un presunto delito contra la salud pública al considerar que ambos se concertaron para introducir en el centro penitenciario de El Acebuche, en el que él ya había ingresado, distintos medicamentos y hachís.
El fiscal considera en su escrito provisional que la intención del acusado principal, para el que solicita cuatro años de prisión y una multa de 500 euros, era la de distribuir y vender a los internos de la prisión tanto el estupefaciente como distintas dosis de metadona y alprazolam, empleado para el tratamiento de estados de ansiedad.
Según el escrito, los hechos tuvieron lugar en febrero de 2014 cuando el acusado contactó con su compañera sentimental, quien cuenta con una discapacidad intelectual leve, y le pidió que le llevara las drogas a la cárcel.
Así, la mujer aceptó la solicitud y acudió a las dependencias penitenciarias para visitar al coacusado, momento en el que «se negó» a ser cacheada. Tras consentir finalmente el registro, fue sorprendida con un trozo de hachís bajo sus ropas, seis comprimidos de metadona y 59 comprimidos de alprazolam.
Los estupefacientes habrían alcanzado un valor cercano a los 268 euros en el mercado ilícito. El fiscal solicita para la mujer una pena de tres años y un día de prisión así como 500 euros de multa al introducir atenuantes debido a la condición de su estado mental.
El fiscal considera en su escrito provisional que la intención del acusado principal, para el que solicita cuatro años de prisión y una multa de 500 euros, era la de distribuir y vender a los internos de la prisión tanto el estupefaciente como distintas dosis de metadona y alprazolam, empleado para el tratamiento de estados de ansiedad.
Según el escrito, los hechos tuvieron lugar en febrero de 2014 cuando el acusado contactó con su compañera sentimental, quien cuenta con una discapacidad intelectual leve, y le pidió que le llevara las drogas a la cárcel.
Así, la mujer aceptó la solicitud y acudió a las dependencias penitenciarias para visitar al coacusado, momento en el que «se negó» a ser cacheada. Tras consentir finalmente el registro, fue sorprendida con un trozo de hachís bajo sus ropas, seis comprimidos de metadona y 59 comprimidos de alprazolam.
Los estupefacientes habrían alcanzado un valor cercano a los 268 euros en el mercado ilícito. El fiscal solicita para la mujer una pena de tres años y un día de prisión así como 500 euros de multa al introducir atenuantes debido a la condición de su estado mental.
