Calar Alto capta brotes de formación estelar de galaxias en las que se creía que no nacían estrellas

El hallazgo de estos brazos espirales «extremadamente tenues» ha sido posible gracias al proyecto 'Califa', desarrollado en el observatorio ubicado en Gérgal


Imagen captada desde 'Calar Alto'.

EUROPA PRESS / 19·01·2017

El centro astronómico hispano-alemán (CAHA) de Calar Alto, ubicado en Gérgal, ha observado el brote de formación estelar en un tipo de galaxias donde, en teoría, ya no nacen estrellas a través del proyecto 'Califa', que ha identificado hasta en tres galaxias elípticas unos brazos «muy tenues donde se están formando estrellas».

El centro ha explicado que las galaxias elípticas se caracterizan por su forma esferoidal, carente de rasgos destacables y por un color rojizo que procede de una población estelar muy envejecida. «Se trata de galaxias muy masivas donde la formación de estrellas se detuvo hace miles de millones de años. Sin embargo, un equipo internacional de astrónomos ha hallado, en tres galaxias elípticas del universo cercano, una estructura muy tenue similar a los brazos de las galaxias espirales que alberga estrellas en formación», han detallado.

«Según nuestra visión actual, los diseños en forma de grandes espirales se asocian con las galaxias con forma de disco, como la Vía Láctea o M101», han añadido desde el observatorio, donde han destacado que generalmente, son en estas regiones donde la formación estelar «se dispara». «De ahí que nos sorprendiera descubrir rasgos similares en galaxias elípticas donde, en principio, no se forman estrellas», ha apuntado el investigador del Instituto de Astrofísica y Ciencias del Espacio (IA) de Oporto (Portugal) que encabeza el estudio, Jean Michel Gomes.

El hallazgo de estos brazos espirales «extremadamente tenues» ha sido posible gracias al proyecto 'Califa', desarrollado en el Observatorio de Calar Alto que emplea la técnica conocida como espectroscopía 3D, que permite cartografiar galaxias enteras y generar mapas de sus distintas propiedades, como la edad de sus estrellas, su velocidad o su composición química. Los datos de 'Califa' han sido combinados con las imágenes del sondeo SDSS.

«Nunca hubiéramos podido detectar rasgos tan débiles sin 'Califa'», ha destacado el investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) José Manuel Vílchez, quien ha añadido que «con las técnicas tradicionales estructuras así quedaban diluidas por la luz de fondo de las estrellas, pero la sensibilidad espectral de 'Califa' ha abierto un nuevo escenario en el estudio de las galaxias elípticas».

Estas estructuras espirales, donde se están formando estrellas masivas, constituyen una prueba de que las galaxias elípticas, «en apariencia mortecinas, aún mantienen un leve crecimiento en sus regiones externas». Sin embargo, aún se desconoce si estos brotes de formación estelar son sus últimos vestigios de actividad o si se trata más bien de un rejuvenecimiento debido a la interacción con galaxias menores.

La búsqueda y el estudio de este tipo de estructuras resulta fundamental para comprender la historia de las galaxias elípticas que, se cree, se forman mediante procesos de fusión de galaxias y contienen en torno a la mitad de las estrellas que el universo ha producido a lo largo de su historia.