Dos años y medio de prisión por agredir a la dueña de la almazara para robarle 840 litros de aceite

El acusado contó la víctima que tenía un restaurante y que «quería comprar mucho aceite», golpeándola en el estómago en el momento del pago, cuando ya lo había cargado en su coche


Ciudad de la Justicia de Almería.

EUROPA PRESS / 10·11·2016

El Juzgado de lo Penal número 2 de Almería ha condenado a dos años y medio de prisión a un hombre de 48 años identificado con A.H.M. por un delito de robo con violencia, después de que se llevara 840 litros de aceite de oliva de una almazara tras golpear en el estómago a la administradora de la entidad una vez que había cargado las botellas en su coche.

El fallo, sobre el que cabe recurso ante la Audiencia Provincial, impone además al condenado una indemnización de 1.680 euros a la perjudicada en concepto de responsabilidad civil a tenor del valor del aceite que le fue sustraído, pese a que la defensa trató de impugnar la tasación que se había llevado a efecto.

Según la sentencia, los hechos tuvieron lugar el pasado 18 de mayo, cuando el acusado se dirigió a la almazara «con ánimo de enriquecimiento injusto» y acordó con la administradora la compra de seis cajas grandes de aceite de oliva con 24 botellas de cinco litros cada una de ellas, así como otras 12 cajas pequeñas con 20 botellas de medio litro cada una.

Así, una vez que las botellas fueron cargadas en el vehículo del acusado, ambos volvieron a las dependencias de la almazara para formalizar la factura, momento en el que el hombre «con ánimo de apoderarse ilícitamente del aceite sin abonarlo», dio un golpe en el estómago a la víctima, quien cayó al suelo y se golpeó la cabeza; momento en el que el A.H.M. aprovechó para marcharse en el vehículo.

El magistrado Fermín Javier Villarrubia estimó en la vista oral la «persistente» declaración de la víctima, «sin ambigüedades ni contradicciones importantes» en torno a lo sucedido, y en el que explicó que el acusado, al que no había visto anteriormente, le contó que tenía un restaurante y que «quería comprar mucho aceite» aunque «no regateó el precio».

La víctima explicó que ella misma tomó los datos del acusado «por precaución» antes de cargar las cajas de aceite en el coche, de forma que fue cuando volvían a las oficinas cuando fue agredida; una versión que resultó «totalmente sincera y convincente» para el juez, quien también advirtió la «cara de sorpresa» de la misma al conocer la versión del acusado.

La sentencia añade en esta línea que la versión del acusado «no ha resultado nada creíble», quien manifestó que se encontraba en Almería y que se encontró con la denunciante, que le reclamó «una deuda por aceite que no había podido pagar» porque le había entregado «un talón sin fondos». Asimismo, el magistrado advierte varias «contradicciones» en su relato con respecto a su declaración en fase de instrucción, entre otras cuestiones sobre las pruebas aportadas.