«Si alguien tiene que cambiar de centro no es la víctima, a ella no se le tiene que echar del instituto»

Asociaciones de padres consideran que «algo ha fallado» en el caso del menor acosado en Olula del Río


Miguel Vera (derecha), presidente de Fapace.

EUROPA PRESS / 21·10·2016

La Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Almería, Fapace, considera que «algo ha fallado» en el protocolo dispuesto en el caso de Alejandro, el estudiante del IES Rosa Navarro de Olula del Río que denuncia haber sufrido acoso escolar desde los ocho años y haber sido víctima de agresiones por parte de varios estudiantes de manera reciente, extremo que actualmente estudia la Fiscalía de Menores de Almería.

El presidente de Fapace, Miguel Vera, ha valorado que si «es cierto que ya en Primaria tuvo que cambiar de centro» y que la situación de acoso se ha repetido, «hay que ver lo que ha fallado» de manera «objetiva» puesto que, como apunta, «tenemos la herramientas para hacerlo», a través del consejo escolar y del plan de convivencia del centro, además de la Inspección educativa y la Delegación de Educación.

Se trata de herramientas «para evaluar el trabajo que hay y vamos a hacer uso de ellas» para llegar al final de este caso pero, según ha advertido, no van «a entrar en guerras entre el abogado, la gente que opina desde fuera, ni nadie» porque se trata, entiende, de un proceso «que se está iniciando».

Actualmente, el caso de Alejandro lo estudian «psicólogos y orientadores», y son ellos los que tienen que «plantear las medidas a adoptar», según ha valorado Vera. No obstante, existe una «línea roja» para Fapace, y es que «no se doble victimice a la persona». «Si alguien tiene que cambiar de centro no es la víctima, a ella no se le tiene que echar del instituto», como ha ocurrido en anteriores ocasiones, ha recordado.

«Vamos a colaborar, sin protagonismo, y vamos a pedir pruebas y saber del proceso», han manifestado desde Fapace, entidad que ya ha ofrecido su apoyo al AMPA del centro educativo, que actualmente «está sufriendo mucho». La federación se va a reunir próximamente con este colectivo «para trabajar desde abajo» y «verificar» que se cumple el protocolo dispuesto desde Educación.

«Nuestro objetivo es que Alejandro tenga una vida normal y ahora está complicado», ha reconocido Vera, al tiempo que ha destacado la «depresión» del escolar, quien no sale de casa, como han trasladado sus progenitores durante esta semana. «El protagonismo del asunto no lo tiene Fapace, ni sus padres ni el abobado; lo tiene Alejandro», reitera el presidente de la federación.

Cabe recordar que la Comisión Provincial de Convivencia, en la que está presente Fapace, mantuvo un encuentro la semana pasada durante el que se señaló que «algo está fallando» cuando siguen ocurriendo casos mientras se «suman» herramientas educativas e institucionales como 'Escuelas, espacios de paz', 'Centros de convivencia positiva', y otras figuras a las que se acoge la comunidad educativa de cada colegio o instituto.

Vera también forma parte del Consejo Rector del Observatorio Andaluz de la violencia escolar, órgano que recientemente ponía de manifiesto que los casos de acoso ascienden a 384 sólo en toda Andalucía.

En su opinión, la labor «fundamental» y «más eficaz» es la prevención y contar, asimismo, con la colaboración de los alumnos. «Ellos saben lo que sucede y tienen que estar de nuestro lado», ha apuntado.


Apuñalamiento en el IES de El Puche

Respecto al apuñalamiento de un menor de 17 años por parte de otro de 14 ocurrido este miércoles en el IES Río Andarax de El Puche, en la capital, Fapae considera que se trata de un hecho «extraordinario» que sería «peligroso» ponerlo como norma.

«No podemos poner detectores de metales, ni cachear a los alumnos», ha manifestado, asegurando que en el centro de El Puche «se trabaja muy bien la convivencia» y, de hecho, «ha recibido premios por ello».

Desde Fapace aseguran que el caso de El Puche les «ha dolido mucho», pero aseguran estar tranquilos porque confían en los profesionales del instituto. «Los que están allí son vocacionales, y son de los mejores profesionales que tenemos para trabajar, precisamente, con una población en riesgo social», ha valorado Miguel Vera.