Remiten a Madrid restos óseos de El Ejido para cotejar su ADN con el de otros desaparecidos

La ropa hallada junto a los huesos sería diferente y de mayor talla que la que vestía Lourdes García cuando fue vista por última vez


Imagen de archivo.

EUROPA PRESS / 7·10·2016

La Policía Nacional ha remitido este viernes a Madrid parte de los restos óseos encontrados el pasado martes en una acequia junto a un invernadero del barrio ejidense de Pampanico, a fin de poder someterlos a pruebas de ADN y cotejar los resultados con el perfil genético de varios desaparecidos en Almería en los últimos años.

Fuentes policiales han indicado que la mayor parte de los restos se mantienen en el Instituto de Medicina Legal (IML), donde han sido sometidos a pruebas forenses que, en principio, han permitido determinar que los huesos pertenecen a una persona «joven», según revela el estado en el que se encuentran las costuras intracraneales.

Asimismo, los indicios arrojados tras el estudio de la pelvis apuntan a que los huesos pertenecen a una mujer, si bien las piezas se encuentran «erosionadas» debido a su exposición «entre seis y diez años» a aguas de riego que además portan compuestos fertilizantes que podrían haber afectado a la composición y perfil de los restos.

Con esto, las mismas fuentes han precisado que una limpieza más exhaustiva de los huesos permitirá esclarecer si la víctima murió por causas violentas o no, ya que hasta el momento no se ha dado con indicios que muestren señales de golpes o heridas de armas de fuego. También están pendientes de desarrollarse pruebas oseométricas que revelen la edad de la víctima y el momento en el que falleció.

En cuanto a los ropajes aparecidos junto a los huesos, los investigadores han confirmado que se trata de ropa de mujer «acorde» con la talla del esqueleto pero que, en principio, sería de un tamaño «mayor» al que solía usar Lourdes García Carreño, la mujer desaparecida en 2009 después de que finalizara su turno de trabajo en una gasolinera de Roquetas de Mar.

En este sentido, los investigadores han descartado que la ropa coincida con el uniforme de la gasolinera de la joven, que contaba con 34 años en el momento de su desaparición, aunque han matizado que esta prueba no es concluyente para descartar la identidad de la víctima, ya que la ropa pudo ser sobrepuesta.

Con esto, se espera que las investigaciones adicionales sobre el ADN permitan obtener un perfil genético que ayuden a determinar la identidad de la persona a que pertenecían los huesos.