Procedentes de la puesta de 80 huevos realizada por la madre en julio del año pasado en ese mismo lugar, y que fue trasladada a diversos centros para su protección
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| Imagen: Equinac. |
EUROPA PRESS / 28·09·2016
Técnicos de la Consejería de Medio Ambiente han liberado este miércoles 13 tortugas bobas en la playa de San Juan de los Terreros, en Pulpí.
Se trata, según ha explicado la Consejería en una nota, de los últimos ejemplares que se liberan de los procedentes del nido localizado hace algo más de un año con 80 huevos en una pequeña cala muy expuesta a los temporales en el extremo sur de la citada playa, por lo que se decidió extraerlos del nido.
El pasado mes de junio fueron liberadas en el mismo lugar otras doce tortugas procedentes del mismo nido, al haber alcanzado más rápidamente las condiciones óptimas para su suelta.
Cinco de estos animales, como ya ocurrió con cuatro ejemplares soltados en junio, han sido equipados con emisores satelitales que permitirán conocer sus hábitos de desplazamiento y proponer medidas de gestión más adecuadas.
De momento, se ha observado que los cuatro ejemplares equipados con emisores permanecen en el Mediterráneo. Uno de ellos siguió la costa hacia el norte y, tras alcanzar las Islas Baleares, permanece en las cercanías de Barcelona. Otros dos se han dirigido hacia el Estrecho de Gibraltar, mientras el cuatro ha permanecido varios días en el mar de Alborán antes de nadar rumbo a Baleares.
El estudio está dirigido por la Estación Biológica de Doñana (CSIC), que también participó en la recuperación de los huevos del nido y la posterior incubación de los mismos hasta su eclosión.
Unos 100 escolares de centros de enseñanza de la zona ha podido asistir a la suelta, para la que se ha acotado una zona de unos 50 metros de frente de playa por 35 de anchura, en la que se ha dispuesto un espacio con sombra para mantener a las tortugas en un ambiente fresco y se ha instalado un balizamiento para mantener al público controlado, impidiendo que molesten a los animales y se permita su carrera hacía el agua sin obstáculos.
Un año de cuidados
En el mes de junio del año pasado, una familia que pasaba la noche en la playa observó como una tortuga boba (Caretta caretta) salía del agua y presentaba un comportamiento extraño por lo que decidieron avisar al 112.
Este servicio comunicó con Equinac, asociación encargada del rescate de fauna marina en la provincia, que dio aviso a la Delegación territorial de Medio Ambiente y Ordenación del territorio. La tortuga construyó un nido y desovó un total de 80 huevos que se extrajeron para su mayor seguridad y que fueron trasladados e incubados en las dependencias de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) bajo la supervisión de diversos expertos.
Tras la eclosión, las tortugas nacidas se repartieron entre el Centro de Gestión del Medio Marino Andaluz del Estrecho en Algeciras y el Acuario de Sevilla para que alcanzaran la talla que les permita aumentar las probabilidades de supervivencia en el medio natural, así como para permitir el endurecimiento de sus caparazones, de modo que les sirvan de protección frente a gran cantidad de depredadores existentes.
La tortuga boba (Caretta caretta) es una especie amenazada que habita en mares y océanos cálidos y que puede superar el metro de longitud. Son omnívoras y se alimentan principalmente de algas, bivalvos, crustáceos y medusas.
A lo largo de su vida realiza grandes migraciones acercándose únicamente a las playas de nacimiento para el desove generalmente en los meses de junio y julio.
Se trata, según ha explicado la Consejería en una nota, de los últimos ejemplares que se liberan de los procedentes del nido localizado hace algo más de un año con 80 huevos en una pequeña cala muy expuesta a los temporales en el extremo sur de la citada playa, por lo que se decidió extraerlos del nido.
El pasado mes de junio fueron liberadas en el mismo lugar otras doce tortugas procedentes del mismo nido, al haber alcanzado más rápidamente las condiciones óptimas para su suelta.
Cinco de estos animales, como ya ocurrió con cuatro ejemplares soltados en junio, han sido equipados con emisores satelitales que permitirán conocer sus hábitos de desplazamiento y proponer medidas de gestión más adecuadas.
De momento, se ha observado que los cuatro ejemplares equipados con emisores permanecen en el Mediterráneo. Uno de ellos siguió la costa hacia el norte y, tras alcanzar las Islas Baleares, permanece en las cercanías de Barcelona. Otros dos se han dirigido hacia el Estrecho de Gibraltar, mientras el cuatro ha permanecido varios días en el mar de Alborán antes de nadar rumbo a Baleares.
El estudio está dirigido por la Estación Biológica de Doñana (CSIC), que también participó en la recuperación de los huevos del nido y la posterior incubación de los mismos hasta su eclosión.
Unos 100 escolares de centros de enseñanza de la zona ha podido asistir a la suelta, para la que se ha acotado una zona de unos 50 metros de frente de playa por 35 de anchura, en la que se ha dispuesto un espacio con sombra para mantener a las tortugas en un ambiente fresco y se ha instalado un balizamiento para mantener al público controlado, impidiendo que molesten a los animales y se permita su carrera hacía el agua sin obstáculos.
Un año de cuidados
En el mes de junio del año pasado, una familia que pasaba la noche en la playa observó como una tortuga boba (Caretta caretta) salía del agua y presentaba un comportamiento extraño por lo que decidieron avisar al 112.
Este servicio comunicó con Equinac, asociación encargada del rescate de fauna marina en la provincia, que dio aviso a la Delegación territorial de Medio Ambiente y Ordenación del territorio. La tortuga construyó un nido y desovó un total de 80 huevos que se extrajeron para su mayor seguridad y que fueron trasladados e incubados en las dependencias de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) bajo la supervisión de diversos expertos.
Tras la eclosión, las tortugas nacidas se repartieron entre el Centro de Gestión del Medio Marino Andaluz del Estrecho en Algeciras y el Acuario de Sevilla para que alcanzaran la talla que les permita aumentar las probabilidades de supervivencia en el medio natural, así como para permitir el endurecimiento de sus caparazones, de modo que les sirvan de protección frente a gran cantidad de depredadores existentes.
La tortuga boba (Caretta caretta) es una especie amenazada que habita en mares y océanos cálidos y que puede superar el metro de longitud. Son omnívoras y se alimentan principalmente de algas, bivalvos, crustáceos y medusas.
A lo largo de su vida realiza grandes migraciones acercándose únicamente a las playas de nacimiento para el desove generalmente en los meses de junio y julio.
