Menos guardias civiles en la calle y más mandos en los despachos

La AUGC subraya que sobran recursos para tareas «innecesarias» pero los agentes patrullan «sin chalecos antibalas o en vehículos con más de 400.000 kilómetros»


Datos oficiales de la Guardia Civil.

ALMERÍA HOY / 15·01·2016

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUG) ha criticado mediante un comunicado que la Benemérita «se retira de las calles para descansar en los cómodos despachos». Según apuntan, «es la conclusión que se desprende del balance de plantillas en la Guardia Civil resultante de la legislatura del último Gobierno».

La AUG subraya que, en total, entre los meses de diciembre de 2011 y 2015 se registró una pérdida de 4.263 efectivos dentro de la de escala de Cabos y Guardias (-6,5%) y un descenso de 406 efectivos en la escala de Suboficiales (-6,24%).

Por el contrario, en la escala de oficiales se produjo un aumento de 132 efectivos (+ 4,2%). «Resumiendo, cada vez menos agentes para trabajar en la calle y más para mandar desde las oficinas», según datos extraídos de los escalafones publicados en Boletín Oficial de la Guardia Civil.

«Se trata de una situación que refleja a las claras cómo se ha entendido desde el Gobierno del PP la aplicación de las medidas de austeridad en la Guardia Civil. A estas cifras ya de por sí escandalosas cabe añadir las ya endémicas carencias y deficiencias materiales con las que los agentes deben afrontar su trabajo diario», lamentan.

La Asociación Unificada de Guardias Civiles continúa explicando que «mientras que nunca faltan recursos para desfiles ostentosos, inauguraciones de instalaciones innecesarias —como el cuartel que el pasado año inauguraba el ministro del Interior en la localidad navarra donde veranea habitualmente— o peregrinaciones a Lourdes, los guardias civiles deben salir a la calle sin chalecos antibalas o en vehículos con más de 400.000 kilómetros y en condiciones muy deficientes».

«Lo mismo cabe decir de la partida destinada a Productividad, cuyo 50% va a parar a los bolsillos de los altos mandos, dejando el resto a repartir entre 70.000 guardias civiles», recalcan.

Por último, afirman que «se trata de una concepción de la inusticia distributiva que, además, no sólo va en perjuicio de los propios trabajadores del Cuerpo, sino también de los ciudadanos en general, que ven mermados sus servicios de seguridad a costa del generoso estipendio y los oropeles del generalato».

Con más de 30.000 afiliados, AUGC es la decana de las asociaciones profesionales y la mayoritaria en el Consejo de la Guardia Civil.