Recogida de firmas para evitar que la Junta acabe con las pitas de El Toyo

Una plataforma en Facebook, con un millar de miembros en una semana de vida, se moviliza para evitar la «erradicación» de esta especie


Atardecer en el paraje donde la Junta de Andalucía quiere erradicar las pitas. Imagen de Tim Bernhardt.

PABLO REQUENA / 09·12·2015

El pasado 4 de diciembre se creaba en Facebook la plataforma 'Salvemos las pitas de El Toyo-Almería', y en una semana son ya un millar —y aumentando cada hora— los ciudadanos que, a través de ella, exigen a la Junta de Andalucía que no siga adelante con su plan de «erradicación» de los campos de pitas ubicados en el paraje de El Toyo, en Almería.

En ese sentido, se está impulsando una recogida de firmas —en pocos días han conseguido cerca de 300— para solicitar la paralización inmediata de esos trabajos, contemplados en el programa 'Life Conhabit' desde 2014 y cuya ejecución es «inmediata», apuntan desde la plataforma.

Según ha explicado a ALMERÍA HOY Antonio Charro —que además de ser ingeniero técnico forestal es uno de los impulsores de esta iniciativa—, «no sabemos la fecha exacta, pero la ejecución, según nos dicen desde Medio Ambiente, es inmediata, porque puede ser la semana que viene o la otra, y de hecho estaba prevista para diciembre». Además, la pita no es la única especie a erradicar por la Junta; otra 'clásica' almeriense como la chumbera también se encuentra en el punto de mira de esta actuación.

Charro nos aclara que dentro del programa 'Life Conhabit' se contemplan acciones no sólo en la capital almeriense, sino también en las ramblas de Gérgal, Tabernas y el sur de Sierra Alhamilla, Sierra Cabrera-Bédar y el Paraje Natural Punta Entinas-Sabinar. «En total son 23.000 hectáreas», puntualiza.

Pero volviendo al LIC (Lugar de Interés Comunitario) en el que se encuentran las pitas de la discordia, Antonio Charro señala que es el mismo en el que la propia Junta de Andalucía ultima su escuela de golf pública. «¿Las pitas no, y el campo de golf sí?», preguntamos. La respuesta es un resignado «claro».

«Los argumentos que dan desde la Junta para ejecutar este plan para erradicar las pitas —aducen que se trata de una especie exótica invasora—, son muy discutibles, sin olvidar que no se tiene en cuenta el carácter sentimental de este paraje, su belleza paisajística; son plantas que han convivido durante décadas con nosotros, enriqueciendo el paisaje, y eso tiene más valor que cualquier razonamiento técnico», llega a afirmar este ingeniero técnico forestal.

Sobre la principal razón técnica para erradicar las pitas —el origen exótico de la especie—, Charro aclara que «habría que analizar si realmente es exótica». «Vino a la Península y al resto de Europa con otras especies, como la patata, el tomate o el pimiento, que son productos que hoy forman parte de nosotros, igual que la pita». Concretamente, nos recuerda que las pitas afectadas se plantaron en la década de los 40.

«Entendemos y compartimos la necesidad de un control de las especies que puedan suponer un riesgo para nuestro medio natural», afirma, añadiendo que «parece evidente que ése no es el caso de los campos de pitas de la provincia de Almería; por ejemplo, una especie tan emblemática como la Alondra de Dupont u otras esteparias de nuestra avifauna siguen presentes y conviviendo con las pitas después de tantos años», explica.

«Además, el carácter invasor de los ágaves en El Toyo y otros lugares es muy discutible, pues sólo es necesario comparar la foto aérea de 1958 del llamado vuelo americano con la actual para comprobar que el número de hectáreas ocupadas por pitas es prácticamente igual en ambos casos».

Por todo ello, desde la plataforma 'Salvemos las pitas de El Toyo-Almería' proponen incluir en el Real Decreto que regula el listado de exóticas invasoras «una singular excepción»: la de los campos de pitas en la costa almeriense porque, como subrayan, «no hay evidencias» de que sea dañina para el hábitat en el que se ubican y, ante todo, porque «la pita hace única a Almería».