La apertura parcial de El Cañarete se pone a prueba esta semana

Tras la tranquilidad registrada este domingo, la tónica se repite este lunes, con tráfico fluido en las horas habilitadas para circular


Imagen captada en la mañana de este lunes en El Cañarete, a la altura de La Parra.

ALMERÍA HOY / 14·12·2015

La carretera de El Cañarete se ha reabierto este domingo de forma parcial e intermitente en horario de 14:00 a 16:00 y de 19:00 a 21:00 horas y en dirección Almería-Aguadulce y, al igual que ha ocurrido durante la jornada dominical, la tranquilidad ha sido la nota dominante en la tarde de este lunes, con tráfico fluido y sin ninguna retención reseñable.

Cabe recordar que la N-340a permanece cerrada desde el temporal del puente de Todos Los Santos que provocó derrumbes de rocas en la vía. Así, tras más de un mes fuera de servicio —excepto para los residentes en los barrios de Castell del Rey, Espejo del Mar o El Palmer—, este domingo volvía a abrirse de forma controlada y acotada, y con tráfico escaso, siendo la mayoría de conductores curiosos que querían comprobar cómo ha quedado la solución temporal de El Cañarete.

Desde la Subdelegación del Gobierno han comunicado que durante el proceso de ejecución de los trabajos de estabilización, que se prevé de varias semanas más dadas las circunstancias del terreno, se ampliarán los horarios de circulación actuales.

Así, el subdelegado de Gobierno, Andrés García Lorca, advirtía que los informes que manejan los técnicos tras las primeras intervenciones sobre el terreno revelaron que la situación del talud es «más grave» de la evaluada inicialmente, por lo que los trabajos se dilatarán en el tiempo.


Riesgo de deslizamiento en masa

Así, García-Lorca aclaraba que «la obra va a durar más tiempo del previsto» porque «al introducir los vástagos para sujetar y coser las rocas, nos hemos encontrado con discontinuidades materiales, es decir, hay una falla. Entonces, no es posible coser la zona de falla —incluso con vástagos de nueve metros— y no adquiere estabilidad. Esto ha hecho que repitamos todo el sistema de cosido de la ladera, y lo que es más problemático: ahora mismo, el riesgo que tenemos no es de desprendimiento de un bloque, sino un deslizamiento en masa de toda la pared», ha explicado.

Preguntado por si está garantizada la seguridad de la vía, ha manifestado que «la abrimos porque estamos convencidos de que esto —el deslizamiento en masa— no es un fenómeno que se desencadene al instante, a no ser que se produzca un terremoto violento, así que hay tiempo de reacción suficiente para interrumpir los flujos de tráfico». «Por eso no podemos permitir que haya circulación de noche; porque tenemos que tener un observador permanentemente estudiando el comportamiento de la ladera», ha sentenciado.