Desde este domingo se reabre un carril de El Cañarete de forma intermitente y sólo de día

García Lorca: «Ahora mismo, el riesgo que tenemos no es de desprendimiento de un bloque, sino un deslizamiento en masa de toda la pared»




ALMERÍA HOY / 10·12·2015

El subdelegado del Gobierno en Almería, Andrés García-Lorca, ha confirmado este jueves que la carretera de El Cañarete —el tramo de la N-340a que une Almería y Aguadulce por la costa— reabrirá de forma parcial e intermitente desde el próximo domingo por la mañana. García-Lorca ha admitido su «sorpresa» por «la situación en que se encuentra la zona de desprendimientos; los problemas surgidos son mucho más graves que lo que en principio se evaluó».

Así, las obras de estabilización seguirán ejecutándose entre tres y seis semanas más. No obstante, ya hay una solución temporal para los atascos que se producen desde la zona de Aguadulce, El Parador y Vícar por la entrada a la capital almeriense.

«Ha habido tres informes técnicos para decidir la apertura o no, si se hacía de forma continua o intermitente —aprovechando las hora punta de tráfico de vehículos— para dar salida a Aguadulce, y es lo que vamos a hacer; abrir de forma intermitente para que la gente sufra las menos molestias posibles», ha explicado el subdelegado.

Por tanto, por el carril que se va a reabrir desde el domingo podrán circular vehículos en ambos sentidos, ya que «habrá operarios dando paso alternativo», eso sí, sólo durante el día; por la noche, El Cañarete volverá a cerrarse al tráfico.

«La obra va a durar más tiempo del previsto» porque «al introducir los vástagos para sujetar y coser las rocas, nos hemos encontrado con discontinuidades materiales, es decir, hay una falla. Entonces, no es posible coser la zona de falla —incluso con vástagos de nueve metros— y no adquiere estabilidad. Esto ha hecho que repitamos todo el sistema de cosido de la ladera, y lo que es más problemático: ahora mismo, el riesgo que tenemos no es de desprendimiento de un bloque, sino un deslizamiento en masa de toda la pared», ha apuntado García-Lorca.

Preguntado por si está garantizada la seguridad de la vía, ha manifestado que «la abrimos porque estamos convencidos de que esto —el deslizamiento en masa— no es un fenómeno que se desencadene al instante, a no ser que se produzca un terremoto violento, así que hay tiempo de reacción suficiente para interrumpir los flujos de tráfico». «Por eso no podemos permitir que haya circulación de noche; porque tenemos que tener un observador permanentemente estudiando el comportamiento de la ladera», ha apostillado.

¿Y cuánto durarán entonces las obras en la carretera de El Cañarete? Es lo que le ha preguntado ALMERÍA HOY al máximo representante del Gobierno en la provincia de Almería. Su respuesta ha sido esta: «Vamos a poner los ritmos de obra en función de las necesidades de la población, de manera que podamos dar salida a los flujos en horas punta —tanto de entrada como de salida— y conservar la perfecta seguridad de la vía».

«Tenemos un plazo máximo de tres semanas, pero pueden ser ampliables a seis semanas. Ahora mismo, no sé un plazo exacto porque no sé cómo se va a comportar la montaña y los materiales. Nosotros no preveíamos que había una estructura fallada oculta, y claro: eso no es una simple grieta», ha sentenciado García-Lorca.