Abascal sobre Artur Mas: «Debería estar en la cárcel, y no en la Zarzuela»

El líder nacional de Vox y candidato a la Presidencia del Gobierno se muestra «convencido» de que su formación obtendrá representación parlamentaria, se declara «enemigo» de las autonomías y tilda de «decepcionante» a Rajoy


Santiago Abascal (izquierda) en el vestíbulo del Hotel Torreluz, Almería.
PABLO REQUENA / 27·07·2015

Santiago Abascal (Bilbao, 1976) encabeza la candidatura de Vox a las elecciones generales sin complejos de ningún tipo. Presume de hablar claro y de estar «solo» en la defensa de ciertas ideas, entre las que señala la del «aborto cero» y la de acometer una «profunda rebaja fiscal».

Abandonó el PP —formación con la que fue parlamentario vasco entre 2004 y 2009— por sus desacuerdos con la política antiterrorista y la forma de proceder ante sonados casos de corrupción. Así, en noviembre de 2013 fundó el Vox junto a otros rostros conocidos como el José Antonio Ortega Lara o Ignacio Camuñas.

Nos citamos con él en la terraza del Hotel Torreluz (Plaza Flores, Almería capital) en una calurosa tarde de julio, pocas horas antes de que presente oficialmente su candidatura ante los militantes y simpatizantes de Almería y otras provincias cercanas como Granada. Viste de manera informal, nos saluda con actitud cercana y no disimula sus ganas de repasar la actualidad política, económica y social de España.

Con frecuencia, Vox se ha autodefinido como una formación liberal, ¿pero en qué consiste exactamente ese liberalismo?

Vox es un partido que no está obsesionado con las etiquetas y que aspira a ser la casa común de toda la derecha. Eso significa que en Vox tienen cabida liberales, conservadores, democristianos, patriotas, y gente que no se identifica con ninguna de esas etiquetas pero que coinciden con nuestras propuestas programáticas. No nos obsesionamos con las etiquetas; apostamos por la libertad y creemos esencial que se respete el fruto del esfuerzo de la gente. El Estado no puede entrometerse permanentemente en las ganancias de las personas para quitarles más de lo que debería a través de los impuestos; tampoco debe entrometerse en el terreno de la educación, donde los padres deben poder ejercer con libertad la elección sobre la educación de sus hijos, y en muchos otros terrenos. Algunos nos llamarán liberales y otros no, pero en todo caso ésa es nuestra posición.

¿Y en qué se diferencia de otros partidos, como PP o C's, que también hablan de liberalismo?

Nosotros no animamos, como ha hecho Rajoy, a los liberales a que se marchen al partido liberal
De PP y Ciudadanos, más allá de las etiquetas, nos diferenciamos en propuestas concretas. Nosotros no animamos, como ha hecho Rajoy, a los liberales a que se marchen al partido liberal —o los conservadores, al partido conservador— , sino que nosotros llamamos a todos esos. Con matices y al margen de estas etiquetas —muy alejadas a veces de lo que la gente de la calle vive en el día a día—, es posible conciliar en una misma opción política a personas más liberales y a personas más conservadoras. En cuanto a C's, nos distinguimos básicamente en la claridad de nuestras propuestas; Ciudadanos ha optado por la indefinición política e ideológica. Es un partido ambidiestro que puede pactar con el PP o con el PSOE y que no se moja en terrenos complicados. Nosotros somos todo lo contrario: somos un partido que se desnuda ideológicamente, y no sólo en los carteles electorales.

Como parte de esa libertad económica que propugnan, ¿se han planteado acabar con el actual sistema de concesiones administrativas para farmacias, taxis o estancos?

No nos lo hemos planteado. Somos un partido nuevo que está desarrollando su programa electoral, y muchos de los asuntos que desde una posición ideológica están en la agenda todavía no se han concretado.

Pero, ¿cuál es su posición personal?

Pues tengo que ser muy sincero; casi la misma posición que sobre el problema de Ucrania. El mismo día que surgió ese conflicto, me preguntaron en una radio por el tema y yo no había dedicado apenas tiempo a pensar sobre ello... Cualquier opinión que yo emitiera sobre asuntos que desconozco o sobre los que no he reflexionado lo suficiente sería una imprudencia.

¿Y sobre la ley antitabaco? ¿Cree que es necesario reformarla o está bien tal y como está?

Yo no soy fumador, y como tal debo ser libre para no recibir el humo de otros. Por tanto, no estoy en contra de la ley antitabaco. Ahora bien, sí estoy en contra de la inseguridad jurídica, de que a los empresarios se les obligue a acometer reformas en sus comercios para habilitar espacios de fumadores y no fumadores, y que a los dos días cambien la ley y ese dinero se pierda. Me parece una actitud criminal por parte del Gobierno. Es intolerable obligar a los empresarios a tirar el dinero a la basura, y el Estado debería haberse hecho responsable. Pero si entre un grupo de personas, varios quieren fumar y a los no fumadores no les importa, yo entiendo que tampoco debería haber problema y que se debería ser más flexible.

¿Qué opina de la prohibición de las corridas de toros por parte de determinadas administraciones locales y autonómicas?

Yo creo en la libertad de los ciudadanos que quieren disfrutar de la fiesta nacional. No creo en el animalismo imperante ni en los que consideran una tortura lo del toro bravo en la plaza, al tiempo que no les importa la tortura de los animales que comemos o no les importa que un niño sea triturado en el vientre de su madre.

¿Le merecen la misma opinión otros espectáculos taurinos como los toros embolados o el Torneo del Toro de la Vega?

Evidentemente, no tienen la elaboración cultural que adorna la fiesta nacional, pero son representaciones folclóricas sobre las que no tengo nada que decir.

Hablemos de aborto, ¿ley de plazos o ley de supuestos?

Vivimos en una sociedad que ha aceptado con naturalidad el drama y el crimen del aborto
Creemos que es uno de los asuntos más complejos por afrontar. Somos conscientes de que vivimos en una sociedad que ha aceptado con naturalidad el drama y el crimen del aborto, y eso es así como otras sociedades donde aceptaron en su día la discriminación racial o los sacrificios humanos. Hay quien defiende el aborto en circunstancias excepcionales y otros que lo defienden en cualquier circunstancia. Para nosotros, la ley de plazos es intolerable, y creemos que con la ley de supuestos se han cometido muchísimos abusos. En España, el aborto es básicamente anticonceptivo y eugenésico, y es intolerable que se use el aborto como anticonceptivo en una sociedad como la nuestra. Sabemos que esto es muy difícil decirlo, pero la labor del Estado tiene que ser la de dar información y alternativas al aborto. Sabemos que una familia con pocos recursos vive como un drama encontrarse con la llegada de un hijo especial. ¿Por qué? Porque buena parte de los recursos familiares tendrán que ir para él, y por eso decimos que tener un hijo especial no puede ser un privilegio de los ricos; el Estado tiene que ayudar en esas circunstancias, y el dinero público sí está para eso, y no para traducir en el Senado a españoles que hablan la misma lengua. Este es un discurso difícil de hacer, pero el derecho a la vida es importantísimo para nosotros, y hay que defenderlo hasta las últimas consecuencias. Por supuesto que hay excepciones, pero la ley se tiene que hacer atendiendo a la generalidad, y no a las excepciones.

¿Sería partidario entonces de encarcelar a las mujeres que abortan?

Si el aborto no estuviese permitido, los médicos que lo practicasen estarían haciendo algo ilegal
Somos partidarios de dar información, asistencia y alternativas. Insisto; vivimos en una sociedad en la que se acepta con naturalidad el aborto, y sabemos que esto no lo vamos a cambiar de la noche a la mañana. Somos partidarios del aborto cero como objetivo, pero sabemos que eso lleva tiempo. En cuanto a las penalizaciones, no hemos hablado de ello y no hemos elaborado ninguna propuesta concreta en esa materia; lo que queremos es que el aborto no esté permitido, y que se dé información y asistencia adecuadas para que así sea. Evidentemente, si el aborto no estuviese permitido, los médicos que lo practicasen estarían haciendo algo ilegal, pero no hemos entrado en las penalizaciones concretas.

Otro debate recurrente en el ámbito político es el del modelo de Estado y la reforma o no del sistema autonómico...

Las autonomías han aprovechado para legislar sobre asuntos de lo más inverosímil
Nuestra postura es la de acabar con el Estado de las autonomías. Somos enemigos del Estado de las autonomías porque creemos que los españoles podemos vivir mejor sin ser arruinados por los políticos, y esto sería posible mediante un Estado unitario, con un único Parlamento, con un único Gobierno, un solo Tribunal Supremo, etc. Un Estado unitario, políticamente centralizado en un único Parlamento pero administrativamente descentralizado, sería beneficioso para todos porque no resultaría tan costoso y porque los españoles seríamos iguales en derechos y oportunidades en todo el territorio nacional. Además, así seríamos más libres de lo que somos ahora, porque las autonomías han aprovechado para legislar sobre asuntos de lo más inverosímil. La diarrea legislativa y las autonomías están asociados en España, y en algunos casos han atacado clarísimamente la libertad de la gente, como ocurre, por ejemplo, para escolarizar a los niños en su lengua materna. Sabemos que este discurso puede ser duro para algunos, pero tenemos la responsabilidad de poner el acento en el otro lado; hoy, todas las opciones políticas están a favor del autonomismo o del federalismo, e incluso en el planteamiento confederal o separatista. Y alguien tiene, desde una posición estratégica, que poner el acento en el otro lado de manera que pueda conservarse el equilibrio.

Entiendo, por lo que dice, que Vox suprimiría las autonomías, ¿pero qué haría con las diputaciones provinciales?


Los partidos que en estos momentos invocan el cierre de las diputaciones [...] están, al mismo tiempo, algo cobardones con las autonomías
Somos conscientes de la dificultad inmediata de semejante reto, pero queremos empezar a poner las bases para poder suprimir el Estado de las autonomías. Mientras tanto, somos partidarios de cualquier posición que plantee la recentralización de algunas competencias: educación, sanidad y justicia esencialmente. Sobre las diputaciones, no tenemos ninguna objeción, excepto liberarlas de enchufismos, de chanchullos y amiguismos. Pero las diputaciones han sido herramientas administrativas y políticas que han estado ahí, funcionando desde hace más de 150 años en España y funcionando correctamente hasta que vinieron las autonomías a jorobar la marrana, dicho de forma castiza. Los partidos que en estos momentos invocan el cierre de las diputaciones y se ponen muy bravucones con ese tema suele ser porque están, al mismo tiempo, algo cobardones con las autonomías. Ocurre con partidos como Ciudadanos.

El desafío independentista de Artur Mas está acaparando la información política durante las últimas semanas —y no parece que vaya a dejar de hacerlo hasta después de las elecciones catalanas—. ¿Cómo valora la actuación del Gobierno de Mariano Rajoy ante esta situación?

Probablemente, nos encontremos ante la mayor crisis que los españoles de nuestro tiempo vamos a afrontar, por encima de la crisis de valores o la económica
En primer lugar, si de alguna manera está acaparando la información política, lo hace razonablemente, porque algunos ponemos el grito en el cielo debido a que más dinero de los españoles vaya a parar a los políticos griegos, algo que consideramos un expolio, cuando no hay mayor expolio para los españoles que querer quitarnos una parte de nuestro territorio. Y lo que pretende Artur Mas es un latrocinio contra nuestro patrimonio común. Por tanto, el asunto no es baladí. Probablemente, nos encontremos ante la mayor crisis que los españoles de nuestro tiempo vamos a afrontar, por encima de la crisis de valores o la económica, con las que todos sufrimos, pero de las que saldremos... El problema del Gobierno es que lleva a cabo una política de brazos caídos, dejando en suspenso el Estado de derecho y no aplicando el artículo 155 de la Constitución ni el Código Penal, y no instando a la Fiscalía a actuar preventivamente contra Mas, algo que nos vemos obligados a hacer entidades civiles y partidos políticos como Vox, desde donde hemos denunciado a Artur Mas por malversación de caudales públicos y por un delito de sedición. A posteriori también lo ha hecho la Fiscalía, pero la actitud del Gobierno es muy decepcionante, y Rajoy será el gran responsable de dejar que las cosas vayan demasiado lejos. Estoy convencido de que la aplicación de la ley generaría movimientos sociales; el primer día saldría a la calle un millón de personas; el siguiente, setecientas mil; la semana posterior sería medio millón y, así, cada vez menos... Al final, esas mismas personas se girarían hacia los dirigentes separatistas, y los propios catalanes, frustrados, dirían «¿en qué lío nos han metido?». A veces es duro aplicar la ley, pero no hay peor alternativa que no aplicarla.

Continuando con Cataluña, UPyD ha propuesto recientemente la creación de una lista conjunta para que los llamados partidos constitucionalistas concurran unidos a las elecciones autonómicas, tal y como parece que van a hacer los partidos secesionistas. ¿Cómo valora esa opción?

Creemos que la situación en Cataluña es tan excepcional que, por patriotismo, deberíamos explorar esa vía con toda la generosidad posible. Porque es verdad que nos diferenciamos en muchas cosas de Ciudadanos, de UPyD, del PP; pero también lo es que, en lo esencial, todos estamos de acuerdo en defender la unidad de España. Por tanto, la opción de una gran plataforma coyuntural de cara a las elecciones catalanas sería bien vista por nuestra parte. Además, teniendo en cuenta nuestro tamaño actual, participaríamos en ella con total generosidad.

Cambiemos las elecciones autonómicas por las generales. Parece que, una vez más, los sondeos no resultan muy halagüeños para su formación. ¿Qué cree que está fallando en Vox?

El programa electoral del PP se basa en el miedo, y apela a ese miedo y al voto útil, pero cada vez hay más personas que se acercan a nosotros
Los sondeos no se toman por consenso sino que se toman por asalto, como ocurre con el cielo para Pablo Iglesias. Y nosotros estamos absolutamente convencidos de que vamos a romper todos esos sondeos, y de que entraremos en el Congreso de los Diputados. Tomando los datos de las elecciones europeas, hoy estaríamos en el Congreso por la circunscripción de Madrid. En las autonómicas no tuvimos esos resultados, pero las elecciones generales son nuestras elecciones. Vox no nació hace un año y medio para responder a los problemas de la vida municipal o europea; Vox nació para responder a la crisis de unidad nacional, a la crisis económica, a la degradación de las administraciones… Estas son nuestras elecciones y se va a poder demostrar con los resultados electorales. El programa electoral del PP se basa en el miedo, y apela a ese miedo y al voto útil, pero cada vez hay más personas que se acercan a nosotros.

Partidos emergentes como Podemos o Ciudadanos han irrumpido recientemente en el panorama político nacional con notable éxito, mientras que Vox parece experimentar grandes dificultades a la hora de obtener representación en las instituciones...

Pablo Iglesias y Albert Rivera llevan un tiempo saliendo hasta en la sopa
En primer lugar, Ciudadanos es un partido de largo recorrido que ha pasado por numerosas crisis. Es un partido que lleva más de diez años activo, y más allá de mis discrepancias con ellos, han tenido la virtud de saber perseverar; al final, la perseverancia es un grado y acaba siendo premiada por los votantes en un momento dado. Vox lleva sólo un año y medio intentándolo. En cuanto a Podemos, es verdad que se trata un partido nuevo y muy bien organizado que ha obtenido un respaldo inmediato, aunque creo que ello tiene también mucho que ver con la gran presencia mediática de la que disfrutan. Nosotros no tenemos la fortuna de aparecer tanto en los medios, y no lo decimos lamentándonos ni culpando a nadie. Pero es obvio que Pablo Iglesias y Albert Rivera llevan un tiempo saliendo hasta en la sopa. No dude de que si Vox gozara de semejante atención por parte de los medios, habría mucha más gente que nos votaría. Por otra parte, el PP está apelando al voto útil, y me encuentro con mucha gente por la calle que nos muestra su simpatía y que nos habla de Rajoy como un traidor, además de pedirnos que no tiremos la toalla, pero que, sin embargo, no se atreve aún a votarnos porque ese voto útil juega un papel fundamental. Aunque estoy seguro de que esto va a dejar de pasar poco a poco. Estamos en ello: convenciendo a esas personas de que lo útil es que haya un puñado de diputados que digan lo que nadie se atreve a decir y que tantos españoles piensan. Es cuestión de tiempo, y contamos con la virtud de la perseverancia.

Se muestra convencido de que Vox entrará en el Congreso tras las próximas elecciones generales, pero... ¿y si no ocurre? ¿Podría peligrar la supervivencia del partido?

No nos preocupa el futuro de Vox como instrumento, sino que nos preocupa el futuro de España y de las ideas que defendemos
Es una hipótesis que nosotros no nos planteamos. En todo caso, no nos preocupa el futuro de Vox como instrumento, sino que nos preocupa el futuro de España y de las ideas que defendemos. El caso es que Vox está sólo en la defensa de algunas de esas ideas, como en la crítica al Estado de las autonomías o en la defensa de los derechos del no nacido, así como en la exigencia de una profunda rebaja fiscal.

¿Pero consideraría un fracaso la no obtención de escaños?

En el momento en que pasen las elecciones generales ya daré las consideraciones oportunas, pero estoy convencido de que tendrá usted que felicitarme por estar presente en el Congreso de los Diputados.

A tenor de los resultados obtenidos, ¿cree que fue un error designar a Vidal-Cuadras como candidato para las elecciones europeas?

Alejo Vidal-Cuadras ya no forma parte del proyecto y es cosa del pasado
Yo creo que es fácil hablar a toro pasado. Pero es verdad que muchas personas nos lo han señalado así, y nosotros valoramos ese análisis. En cualquier caso, Alejo Vidal-Cuadras ya no forma parte del proyecto y es cosa del pasado. Hoy Vox es un partido mucho más claro y sin lastres del pasado.

¿La respuesta es sí?

Digo que es probable. En todo caso, salió elegido por los afiliados en unas primarias. Pero ya digo que, a toro pasado, es fácil hacer estos análisis.

¿Y qué le parece la reforma electoral presentada por el PP? ¿Es, a su juicio, la reforma que necesitaba la ley?

Ciudadanos se ha escondido hasta el último momento para prestar sus votos al PSOE
No. No creemos en una reforma que permita gobernar al partido más votado. ¿Por qué? Porque podríamos llegar al ridículo de que, en una institución muy fragmentada, el partido más votado tuviese el 15% de los votos, y si existiesen seis o siete partidos más, ¿por qué habría de gobernar el más votado cuando ese partido concilia el rechazo de la mayoría social? Debe existir la posibilidad de pactar. Otra cosa es cuando te encuentras con un resultado que se acerca a la mayoría absoluta y todos se ponen en contra para evitar ese gobierno. Sí vemos bien un sistema de doble vuelta, donde las cámaras reflejen la representación obtenida en la primera vuelta; pero a la hora de elegir al alcalde o al presidente del Gobierno, es preferible que lo decidan los ciudadanos en una segunda vuelta a que lo hagan los políticos pactando entre bambalinas. Eso habría sido muy útil, por ejemplo, en Andalucía, donde ha costado investir un gobierno y donde Ciudadanos se ha escondido hasta el último momento para prestar sus votos al PSOE.

Hablando de Andalucía, ¿qué opina del movimiento regionalista almeriense y de su pretensión de escindir Almería de esa comunidad autónoma?

El presidente de Cataluña [...] debería estar en la cárcel, y no en la Zarzuela visitando al Jefe del Estado
Almería es parte de Andalucía ilegalmente. Mal empieza una democracia cuando no se respetan las normas por parte de los que las hacen, y a día de hoy nos encontramos con el presidente de Cataluña incumpliendo las leyes, que en un país democrático debería estar en la cárcel, y no en la Zarzuela visitando al Jefe del Estado. Mientras todos los ciudadanos nos vemos obligados a respetar las leyes, si se las salta un político, y además un político separatista, la impunidad está garantizada. Y esto tiene mucho que ver con el incumplimiento de las leyes que, en el caso de nuestra democracia, de alguna manera empieza por Almería, a la que se obliga a formar parte de la autonomía andaluza.