Ciemat abre de nuevo el programa para que vecinos de Palomares se sometan a revisiones radiológicas voluntarias

Desde el año 2012, debe de ser las personas interesadas en someterse a los chequeos las que lo comuniquen al organismo público


Recinto en el que cayó una de las 3 bombas en 1966 / Pedro Marín
EUROPA PRESS / 09·05·2015

El Centro de Investigaciones Energéticas, Medio Ambiental y Tecnológicas (Ciemat) ha vuelto a abrir el plazo para que los vecinos de la pedanía de Palomares, en Cuevas del Almanzora, se sometan a los exámenes médicos y a controles de bioeliminación del programa de seguimiento de la salud, voluntario desde 2004, pero que se puso en marcha con carácter obligatorio en 1966 tras la caída de dos de las cuatro bombas termonucleares que portaba un B-52 estadounidense que chocó en pleno vuelo con otra aeronave procedente de la base aérea de Morón (Sevilla).

El Ciemat ha comunicado a los vecinos la apertura del plazo para participar en estas revisiones, que finaliza el 15 de marzo, y les ha informado mediante un documento que se realizarán en dos tandas; la primera, entre los meses de mayo y junio, y la segunda, de septiembre a noviembre en Madrid.

Esta parte del Programa de Vigilancia Radiológica Ambiental y de la Población de Palomares, aprobada en Consejo de Ministros en 2004, se dirige a vecinos que acrediten que trabajan o viven desde hace más de un año en la pedanía cuevana.

El viaje por carretera incluye alojamiento durante dos noches, con los gastos de manutención, alojamiento y de transporte, así como compensación laboral si así se autoriza por parte del Ciemat.

El método para llevar a cabo las revisiones se modificó en 2012, de forma que, desde entonces, son los propios ciudadanos interesados los que deben dejar sus datos de contacto para someterse al chequeo, aunque el procedimiento ordinario no ha sufrido cambios.

El Ciemat ha efectuado una supervisión continua de las personas y del medioambiente de la zona de Palomares mediante un acuerdo entre España y Estados Unidos desde 1966 hasta 2009, si bien desde esta fecha se realiza únicamente con el soporte económico del organismo español

Anualmente se controla el estado de salud y la posible contaminación interna de unas 150 personas, a quienes se somete a exámenes médicos y de dosimetría interna por bioeliminación, esto es, orina excretada en 24 horas.

En una reciente respuesta parlamentaria al portavoz de la Izquierda Plural, José Luis Centella, con el objetivo de saber cuándo piensa el Ejecutivo adoptar las medidas oportunas para que se proceda a la descontaminación total y definitiva de Palomares, el Gobierno justificó que se esté demorando un acuerdo con Estados Unidos.

En su texto, Centella incidía en que los alrededores de estas localidades «necesitan ser descontaminadas radiológicamente de plutonio y americio» ya que se trata de dos elementos "extremadamente radiactivos concentrados en cuatro parcelas de casi 20 hectáreas".

El Ejecutivo recordó al portavoz de la Izquierda Plural que durante su visita a España en 2010, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, acordó constituir un grupo de trabajo a nivel federal estadounidense para considerar las demandas españolas sobre la descontaminación de Palomares.


«Siguen las conversaciones»

Según explicó, a lo largo de esta legislatura el Gobierno español ha venido insistiendo y trabajando con el de Estados Unidos, a distintos niveles, para resolver la cuestión de Palomares «de forma satisfactoria para los intereses de nuestro país».

En este contexto, señaló que la labor de actualización de los datos técnicos inicialmente recogidos en el año 2011 «para que el gobierno de Estados Unidos finalice su toma de decisiones interna, que es compleja debido a los distintos departamentos y agencias federales involucradas, lleva tiempo».

Además, el Ejecutivo informó a Centella de que el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas no dispone en estos momentos de nuevas previsiones sobre una eventual descontaminación de Palomares.

Por otro lado, Ecologistas en Acción ha impulsado una campaña de recogida de firmas para exigir a los gobiernos de España y Estados Unidos que acometan «de una vez» la limpieza y descontaminación ante «la falta de interés» y a raíz del resultado del trabajo realizado a finales de 2014 por un equipo de científicos en colaboración con la emisora de TV alemana ZDF.

En este, se analizaron las tierras próximas al cementerio y obtuvieron una medida de 16 millones de becquerelios por metro cuadrado «cuando en Chernobyl no se supera la medida de un millón de becquerelios por metro cuadrado, excepto en el edifico del reactor», según apuntaron desde el colectivo.