Desmantelado en Níjar un laboratorio de producción de cocaína

Como parte de una operación internacional contra el tráfico de drogas


Detención de uno de los miembros de la banda en una finca de Níjar
ALMERÍA HOY / 06·12·2014

Agentes de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Agencia Tributaria han desarticulado una organización dedicada al narcotráfico que operaba en las provincias de Madrid, Almería, Toledo y Cádiz. Como fruto de esta la operación, denominada K1-CAIN y coordinada por el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), han resultado detenidas 12 personas de distintas nacionalidades —5 colombianos, 5 españoles, 1 nigeriano y 1 peruano—, y han sido aprehendidos —hasta el momento— 229 kilos de cocaína en diez registros domiciliarios. Además de la droga, los agentes se han incautado de material de distintos productos y material de laboratorio para la obtención del estupefaciente, así como de diversas armas de fuego.

Esta es la primera vez que se desmantela en suelo español un laboratorio que utilizaba prácticas similares a las empleadas por las organizaciones de narcotráfico en los laboratorios de las selvas colombianas, donde se extrae el alcaloide de la hoja de coca y posteriormente se procesa la pasta base.

La cocaína era introducida en España mezclada con harina de palmiste, sustancia vegetal utilizada en piensos animales, siendo necesario para la obtención del estupefaciente un proceso químico en el laboratorio desmantelado.

Las investigaciones comenzaron en diciembre del año 2013, tras una información de la Agencia norteamericana Homeland Security Investigation (HSI-ICE) y el Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía de Colombia, acerca de un grupo de personas de origen colombiano, vinculadas con el narcotráfico, que estarían intentando introducir en España un importante cargamento de cocaína.

Las fuerzas de seguridad españolas establecieron entonces operativos de vigilancia sobre varios miembros de la red, observando diversos encuentros, celebrados de grandes medidas de seguridad, entre el jefe de la organización —de nacionalidad colombiana— y sus hombres en España; lo que, unido a otras circunstancias, hizo sospechar de la inminente introducción en nuestro país de un cargamento de cocaína por vía marítima que vendría mezclada con algún otro producto, para ser separada posteriormente mediante procedimientos químicos.

En esas fechas, los investigadores detectaron la llegada a nuestro país de una persona procedente de Colombia, conocida como «El químico», que podría ser la encargada del procesamiento de la sustancia estupefaciente, separando en un laboratorio clandestino la cocaína del producto con el que venía mezclada.

Igualmente, se comprobó que un ciudadano colombiano, residente en Madrid, estaba recibiendo frecuentes transferencias de dinero que empleaba en la compra de terminales telefónicos, adquisición de sustancias químicas necesarias para la extracción de la droga y el alquiler de una nave ubicada en un polígono industrial de localidad de Arganda del Rey (Madrid), sobre la que se estableció un servicio de vigilancia.

El pasado mes de junio, los agentes observaron la descarga de un camión que transportaba gran cantidad de sacos de harina de palmiste, una sustancia vegetal utilizada o vinculada a piensos animales.

Transcurridos unos días, miembros de la organización retiraron de la nave de Arganda del Rey algunos de los sacos depositados, trasladándolos a una finca rural de la localidad de Níjar, presumible ubicación del laboratorio de procesado de la droga.

En los diez registros domiciliarios efectuados —laboratorio, viviendas, naves industriales y locales comerciales— así como en el de cuatro contenedores de transporte marítimo de mercancías que habían llegado al puerto de Cádiz con sacos de harina de palmiste, los agentes han intervenido 229 kilos de cocaína, productos y material de laboratorio para la extracción y elaboración del estupefaciente —sosa cáustica, ácido clorhídrico, carbón activo, prensa hidráulica, moldes, básculas, etc.—, varias armas de fuego con munición, abundante material electrónico y de telecomunicaciones, documentación y dinero.

Con esta operación se da por desarticulada una organización criminal de carácter internacional cuyos principales investigados residían en Colombia y Estados Unidos; y quienes, utilizando su actividad empresarial, introducían en España importantes cantidades de estupefacientes desde Sudamérica.