Ecologistas reclaman a la Junta que prohíba las plantaciones de olivar en Sorbas y Tabernas

Demandan asimismo la paralización cautelar de aquellas que estén desarrollándose en la actualidad


Finca de olivar intensivo en Tabernas. / Fotografía: José Antonio Arcos.

ALMERÍA HOY / 28·07·2014

En el último Consejo Provincial de Medio Ambiente y Biodiversidad de la provincia de Almería, Ecologistas en Acción y el Grupo Ecologista Mediterráneo han reclamado a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio la adopción de medidas urgentes para frenar la sobreexplotación de los acuíferos del Río Aguas, de la que responsabilizan al cultivo intensivo del olivar en Sorbas y Tabernas. Por este motivo, han solicitado a la administración autonómica la prohibición de nuevas plantaciones en toda la zona, e, incluso, la «paralización cautelar» de las que estén llevándose a cabo.
Estos cultivos estarían amenazando además el hábitat de especies como la Alondra Ricotí, en peligro de extinción, el Sisón, la Ganga Ortega y la Carraca.

Según explican ambas asociaciones, el acuífero del Río Aguas, que afecta a los términos municipales de Tabernas, Sorbas, Turre y Mojácar, sería el más sobreexplotado de Andalucía Oriental, razón por la cual el caudal del río podría haber disminuido hasta un 60%. Dicha sobreexplotación estaría obligando a profundizar los sondeos existentes «hasta llegar a acuíferos inferiores, fósiles, cuyas aguas es posible que no sean aptas para el consumo humano».

Por otra parte, el agotamiento del acuífero —previenen— situaría en un grave riesgo de desaparición al Paraje Natural del Karst en Yesos de Sorbas, y estaría relacionado con la reprofundización del pozo de Albarracín, que abastece a esta localidad, y que «según vecinos de la zona se ha clausurado por sospechas de radiactividad». «No sería raro que los acuíferos inferiores, con materiales similares a los del Valle del Almanzora, también tuvieran radiactividad natural», han apostillado.

El secretario provincial de COAG, Andrés Góngora, ha tildado la petición de «disparate», y ha manifestado su sorpresa por el momento en el que se produce, ya que hace tan solo unos días que se celebró el Consejo Provincial de Medio Ambiente, del que forman parte tanto Ecologistas en Acción como el Grupo Ecologista Mediterráneo, sin que en él se mencionase la existencia de un problema con el acuífero del Río Aguas.
Para Góngora, «no se puede paralizar la actividad económica de una zona a la ligera», y cree que los ecologistas están actuando de un modo «frívolo» y «anárquico», trabajando «a golpe de ocurrencia».

«No se puede negar que exista un problema con el agua, especialmente con una sequía como la que estamos padeciendo, pero debemos trabajar para encontrar un equilibrio entre el respeto al medio ambiente y desarrollo de la actividad agraria, lejos de fundamentalismos, puesto que de lo que hablamos del modo de vida de muchas familias», ha añadido.


«Algunos quieren venir a los pueblos como a una reserva zoológica»

Por su parte, el alcalde de Sorbas, José Fernández Amador, ha desmentido que el pozo Albarracín, uno de los que abastecen a la localidad, haya sido clausurado por la contaminación radiactiva de sus aguas.

Fernández ha negado que la extracción de agua haya sido suspendida por ése u otro motivo, explicando que la actuación del ayuntamiento sobre el mismo se ha limitado a la ejecución de un segundo sondeo, de mayor profundidad, para garantizar el abastecimiento ante el descenso del nivel freático.

Respecto a la prohibición del olivar intensivo reclamada por G.E.M. y Ecologistas en Acción, el edil se ha mostrado relativamente comprensivo: «Es cierto que los acuíferos están sobreexplotados, y quizá debería llevarse a cabo un mayor control sobre el consumo hídrico de ese tipo de explotaciones». «En cualquier caso —ha puntualizado— lo primero debe ser garantizar que los municipios puedan abastecer de agua a la población».

Al mismo tiempo, ha sido muy crítico con ese tipo de asociaciones que, a su juicio, «carecen de toda credibilidad». «Se opusieron al Plan Hidrológico Nacional, protestan por los sondeos, y seguramente estén en contra de las desaladoras por los vertidos de salmuera».

«Algunos quieren venir a los pueblos como a una reserva zoológica», ha lamentado, y se pregunta: «¿De qué quieren que viva la gente? ¿De qué quieren que coma? ¿De qué quieren que beba?»

El alcalde ha tenido también un recuerdo para el PSOE y su oposición al PHN: «Los socialistas están hablando siempre de solidaridad, ¿pero dónde queda esa solidaridad cuando hablamos del agua? El trasvase del Ebro no pretendía quitársela a unas comunidades para dársela a otras, sino aprovechar los excedentes, el agua que se vierte al mar, para ayudar a las comunidades que la necesitan».